«El conductor del coche robado hacía ademanes de sacar una pistola durante la persecución»

«Los detectamos en la calle Modesto Cendoya y nos pusimos a su altura para frenarlos, pero no nos hicieron caso. A partir de ahí empezó una persecución complicada por muchas calles», comenta este policía local.

Fuentes judiciales han comentado a IDEAL que el presunto autor del apuñalamiento en el Cerrillo de Maracena, quien conducía el coche robado, tenía una orden de ingreso en la cárcel por un homicidio doloso cometido en Málaga y anteriormente a ese crimen cumplió una condena por otro asesinato.

«El conductor del coche robado hacía ademanes como de sacar una pistola dirigiéndose a nosotros (a los dos agentes del coche policial)».

La persecución alcanzó una velocidad punta que superó los 160 kilómetros por hora por calles como Pedro Machuca,Casería del Cerro, Casería de Aguirre, Juan Pablo II, Avenida de Argentinita o rotonda de Europa, entre otras.

«Yo he estado en otras persecuciones, no en una ni en dos, sino en bastantes; la de la madrugada del miércoles fue complicada por este individuo iba en plan suicida», apunta este agente.

Lo peor de la persecución fueron quinientos metros recorridos en sentido contrario por la Avenida Juan Pablo II y las rotondas. «Hubo momentos en que temíamos que la persecución iba a terminar de la peor manera, este individuo circulaba por las rotondas al revés y era muy peligroso».

El coche policial le dio varias embestidas por la parte trasera y lateral, pero ni por esas lograron hacerle parar. «Ya por último vimos que se dirigía hacia las cocheras del metro y ahí lo cerramos, le reventó una rueda y ya no pudo continuar».

Durante la persecución «sabíamos que los íbamos a alcanzar porque en ningún momento lograron tomar distancia de nosotros».

Iván reconoce ser un apasionado de la conducción de coches y de hecho ha estado en algún circuito probando coches de carrera. «Una de mis pasiones son los coches, me encanta conducir. Y durante esta persecución el nivel de adrenalina era tal que resultaba imposible tener un segundo para sentir pavor por la situación, por el riesgo del momento», advierte este policía.

Una vez sitiado el coche de los malhechores, el presunto autor del apuñalamiento se resistió a bajarse del mismo. Sabía qué le esperaba tras ser arrestado porque llevaba meses fugado de la justicia para ingresar en la cárcel para cumplir una condena por homicidio.

«Cuando pudimos sacarlo del coche, empezó a meterse las manos en el interior de la ropa como si llevara escondida algún arma. Aunque nuestra sorpresa vino después, nos facilitó una identidad falsa y gracias a las huellas supimos que había facilitado los datos de un vecino de Alamedilla».

El presunto autor del apuñalamiento tiene domicilio en la ciudad de Córdoba. Además de tener una requisitoria de ingreso en prisión, era buscado por la Policía Nacional por distintos robos con violencia cometidos en las calles de Granada contra viandantes. En todos presuntamente utilizaba un arma blanca para agredirlos.