Condenan a un tripulante del narco helicóptero que sigue varado en un monte de Granada

La presencia de la aeronave, tipo libélula (de pequeño tamaño y movimientos ágiles), desató una notable operación de la Guardia Civil. La sospecha era que el aparato era un narco helicóptero dedicado a la importación de drogas desde el vecino continente africano.

Pese al despliegue de agentes del instituto armado, no hubo aprehensión de estupefacientes –un lujoso Porsche Cayenne huyó del lugar cargado de bolsas de color negro– y solo se produjo una detención. Era el individuo que ocupaba el asiento del copiloto del helicóptero –la persona que llevaba los mandos escapó monte a través–. Pero no fue arrestado por narcotráfico, ya que, como se ha dicho, no se encontró droga, sino por atentado a la autoridad. Atacó con un cuchillo a dos agentes del cuartel de Loja, que, por fortuna, consiguieron reducir al agresor sin que nadie resultase herido.

Un juzgado de lo Penal de la capital condenó al procesado a tres años y nueve meses de cárcel por atentar contra los guardias. Disconforme con el fallo, el encausado, de nacionalidad extranjera y sin permiso de residencia en España, presentó un recurso ante la Audiencia para que anulase el castigo. No lo ha logrado. El tribunal provincial ha confirmado ahora en todos sus extremos el primer fallo.

En este sentido, la nueva sentencia detalla cómo se desarrollaron los acontecimientos en la agreste geografía próxima a Ventorros de San José. Eran las nueve y media de la mañana del 24 de agosto del año pasado. Varios testigos alertaron de que había un helicóptero sobrevolando la zona. Creyeron que era del Infoca, el dispositivo que lucha contra los incendios forestales.

Los primeros guardias civiles que llegaron al improvisado helipuerto, un claro entre olivares, «observan como un vehículo marca Porsche Cayenne cargado de bolsas de color negro sale huyendo de forma apresurada».

Acto seguido, los miembros de la Benemérita dan el alto a las dos personas que estaban en el interior de la aeronave. Uno de los sujetos se escabulló, pero el otro caminó hacia uno de los agentes «portando un cuchillo en sus manos». El guardia consiguió eludir la acometida, «tras lo cual, el acusado cae al suelo y es reducido a continuación», refiere la sentencia de la Audiencia de Granada lo que sucedió.