Condenada una adiestradora de Granada por el ahogamiento de su perro en la piscina muerto de sed
La Justicia impone nueve meses de prisión a la acusada por un delito de maltrato animal. El can fue a beber el agua estancada y se hallaron huellas de sus arañazos «en un intento baldío de salir»
Una adiestradora de perros de Granada, cuyo can apareció hace cuatro años ahogado en la piscina de una vivienda de Purchil-Vegas del Genil en ... la que entonces habitaba y donde el animal solía saciar la sed, ha sido condenada a nueve meses de prisión por un delito de maltrato animal.
La sentencia, dictada por el Juzgado de lo Penal número 3 de Granada y a la que ha tenido acceso IDEAL, considera probado que la acusada era poseedora y cuidadora del perro que apareció muerto, un pastor belga Malinoise macho. El animal no tenía microchip identificativo, pero los vecinos lo habían visto en la vivienda, junto a otros perros que tenía la procesada.
Además de la pena de cárcel, el juez ha impuesto a la mujer la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales durante 2 años y 3 meses.
«La acusada mantenía al perro sin proporcionarle agua suficiente», señala la sentencia, que puede ser recurrida
«La acusada mantenía al perro sin proporcionarle agua suficiente», señala la sentencia y ello provocó que el animal acudiera habitualmente a saciar la sed en la piscina de la vivienda, «cuya agua se encontraba estancada y sucia». La muerte del can se produjo antes del 26 de abril de 2019, fecha en la que la mujer, que había residido en ese inmueble desde septiembre de 2018, dejó de vivir en él.
De acuerdo con el relato de hechos probados de la resolución, «el perro cayó en la piscina, falleciendo por ahogamiento, sin que fuera rescatado por la acusada». El cadáver del animal fue hallado el 14 de mayo siguiente, en el interior de la piscina y en estado de descomposición.
El fallo, que firma el magistrado Antonio Henares -en funciones de sustitución, pues es el titular del Juzgado de lo Penal 2 de la capital-, puede ser recurrido ante la Audiencia Provincial de Granada.
En la causa, además de la acusación pública ejercida por la fiscalía, han actuado como acusación particular el Ayuntamiento de Vegas del Genil, representado por el abogado David Sánchez Chaves, y la Federación Granadina de Asociaciones de Protección Animal (FEGRAPA).
Testigos
La acusada sostuvo en el juicio que el perro fallecido no era suyo y que pudo haber saltado desde la calle al interior de la vivienda, pues ella se marchó tres semanas antes del hallazgo del cadáver y no se quedó, aseguró, ningún perro en el interior. Sin embargo, el magistrado determina que, aunque el animal no tuviera chip, la procesada sí era su cuidadora y lo tenía como animal doméstico desde hacía tiempo.
Sin embargo, el juez concluye que el animal encontrado sin vida no pudo saltar a la vivienda, «porque no es posible que ningún perro, desde la calle, salte al interior del inmueble, atendiendo a la altura de los muros» de este.
El fallo determina así que «el perro cayó a la piscina» antes del día que la mujer se marchó de la vivienda que ocupaba tras llegar a una acuerdo con el banco a través de una inmobiliaria. Y cree que esta se fue sin decir nada, «siendo hallado en la maniobra de vaciado y limpiado de la piscina» el pobre animal.
Los propios vecinos de la acusada -que fueron testigos en el juicio- indicaron que el animal no tenía agua, que no estaba debidamente alimentado. Y para el magistrado, la adiestradora cometió efectivamente un delito de maltrato animal, pues el perro «cayó a la piscina en este intento de hidratarse, donde falleció ahogado». En la piscina se hallaron huellas de los arañazos del perro «en un intento baldío de salir» de allí.
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