«El comunismo representa intereses comunes, estar en contra es egoísta»
100 aniversario del pce ·
«El PCE tiene mucho pasado, pero sobre todo una presencia muy arraigada en el presente y mucha perspectiva de futuro»Solo tres partidos políticos superan el siglo de vida: PSOE, Partido Nacionalista Vasco (PNV) y, desde este 2021, el Partido Comunista de España (PCE). Lo ... recuerda su secretario general, portavoz adjunto de Unidas Podemos en el Congreso y secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago (Madrid, 1964), que interviene hoy a las 12 en la celebración del centenario convocada en el salón de actos de CC OO. Defiende la vigencia de un proyecto con historia y un presente sólido, con dos militantes en el Gobierno, Alberto Garzón y Yolanda Díaz. El nombre de la ministra sonará, seguro, en el acto de este sábado.
—Quizá muchos jóvenes conozcan el Partido Comunista solo por los libros de historia, ahora es una marca que queda 'tapada' por otras. ¿Qué es hoy el PCE?
—PPartido Comunista de España es la organización que articula y da cohesión al espacio político que es Izquierda Unida, y pretendemos hacer lo mismo con el espacio político más amplio que representa Unidos Podemos, y que está en proceso de ampliación bajo el liderazgo de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. El PCE es la organización que representa la lucha por los derechos de la clase trabajadora en nuestro país y una de las organizaciones más aplicadas a organizar la lucha en los distintos conflictos sociales y laborales. Y además hemos sido la garantía de democracia y de libertades en nuestro país, prácticamente desde nuestra constitución. Hemos sido el partido más veces ilegalizado por las distintas dictaduras que ha habido en nuestro país, la de Primo de Rivera, Franco, también durante el Bienio Negro de la Segunda República. Hemos sido el único partido que mantuvo viva la llama de la libertad y la democracia durante el mayor tiempo, en los años más duros del franquismo. El PCE es un partido con mucho pasado, pero sobre todo es un partido con una presencia muy arraigada en el presente y con mucha perspectiva de futuro.
—En ese futuro, ¿qué papel juega Yolanda Díaz?
—El papel de Yolanda trasciende mucho más allá de lo que es el centenario del PCE. Es la líder del espacio político que hoy representa Unidas Podemos y es más que seguro va a ser la persona que va a liderar la ampliación de del espacio político para conformar un amplio movimiento capaz de continuar garantizando el fin de las políticas neoliberales, la construcción, consolidación y expansión del Estado social, y la recuperación de las libertades públicas que han sido tan cercenadas durante los años del Partido Popular. Es la persona que representa más claramente en estos momentos las aspiraciones de ampliación de la democracia y de mejora de la calidad democrática en nuestro país.
—¿No tiene cierto miedo de que esa ampliación fragmente la izquierda?
—No tenemos miedo de nada, en general, pero desde luego la ampliación nunca va a generar fragmentación porque, si no, no sería ampliación. La ampliación consiste en unir a más personas, más colectivos, más fuerzas políticas, más movimientos sociales a un proyecto que ya existe y que hoy representa Unidas Podemos, que tiene distintas conformaciones y configuraciones en todo el país, porque obviamente nuestro país tiene distintas nacionalidades históricas, mucha diversidad territorial y un nexo común en el seno del espacio democrático y de la izquierda, que es la voluntad de ampliar el Estado social y recuperar las libertades públicas cercenadas. Eso nunca va a provocar división, sino todo lo contrario. Lo que queremos hacer es precisamente superar divisiones pasadas.
—En el caso de Andalucía sí que hay una fragmentación en la izquierda, ¿no cree que esa fragmentación da alas a la derecha?
—Todas las portavocías políticas de la izquierda andaluza han saludado con mucho optimismo el proyecto de Yolanda Díaz. Se trata de que los compañeros y compañeras andaluzas vayan concretando ese proceso de adhesiones y de multiplicaciones. Y yo estoy convencido que lo van a hacer muy bien, porque desde luego lo que nos toca a nosotros, el trabajo del PC de Andalucía y el trabajo de IU de Andalucía, consiste en dar pasos sólidos ya desde hace mucho. Las noticias que recibimos son francamente buenas: la ampliación de ese espacio va a ser una realidad.
—En el Congreso hay quien utiliza 'comunista' como un insulto. ¿Qué piensa?
—El término comunista siempre ha sido utilizado como insulto por los sectores privilegiados, las oligarquías, aquellos que no están dispuestos a renunciar a sus privilegios para que se amplíen los derechos de las mayorías, aquellos que se rigen fundamentalmente por el egoísmo. El comunismo representa lo común, los proyectos comunes, los intereses comunes. Con lo cual no hay ninguna duda de que estar en contra del comunismo es, en primera instancia, una actitud sumamente egoísta. También yo creo que esto demuestra un miedo, un miedo de sectores que sienten que sus privilegios están amenazados por el incremento de la conciencia política y social de las mayorías. España ahora mismo tiene una mayoría de gobierno democrática y progresista, y eso alarman mucho a los sectores reaccionarios que están acostumbrados a manejar este país como si fuera su finca, su cortijo. La realidad es que esas correlaciones políticas que permiten que gobiernen fuerzas democráticas y de izquierda se van a mantener mucho tiempo y se van a ampliar. Y mientras más constatan esa realidad, más nerviosos se ponen. Ante su absoluta falta de recursos recurren al insulto, con un gran equívoco, porque piensan que llamarnos comunistas es insultarnos, cuando para nosotros es un gran honor. Con lo cual no podemos más que contemplar su desesperación, contemplar su impotencia y continuar trabajando, centrándonos en lo importante.
«No nos van a hacer perder el rumbo ni el tiempo con cuestiones secundarias estos insultos y gritos desesperados de los que tienen pánico a perder sus privilegios»
ENRIQUE SANTIAGO
—¿Qué es lo importante?
—Ampliar derechos y recuperar libertades, o sea, levantar ese escudo social tan grande. Mantenerlo. Convertirlo en derechos estructurales. Sacar adelante la reforma laboral en la que está empeñado ahora mismo el Ministerio de Trabajo que dirige la compañera Yolanda Díaz. Y, por supuesto, concluir todo el proceso de recuperación de libertades públicas que cercenó el Partido Popular, como siempre que gobierna la derecha. Ahora estamos con la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana. También hemos abordado la reforma del Código Penal en todo lo que tiene que ver con los delitos llamados de libertad de expresión. Estamos también ampliando los derechos fundamentales y la lucha contra la impunidad a través de una nueva ley de Memoria Democrática. Y ese es nuestro trabajo. Desde luego no nos van a hacer perder el rumbo ni el tiempo con cuestiones secundarias estos insultos y gritos desesperados de los que tienen pánico a perder sus privilegios, los que no entienden en positivo que nuestro pueblo tenga cada vez más derechos.
—Ha mencionado alguno de los proyectos del Gobierno, en el que hay dos ministros del PCE. ¿Cree que al final de la legislatura estará más regulado precio del alquiler, habrán acabado con la subida de la de la factura de la luz y se habrá derogado la reforma laboral?
—Yo estoy convencido de que en esta legislatura vamos a hacer todo lo posible, pero claro, en Unidas Podemos tenemos treinta y cinco diputados y diputadas, es decir, el diez por ciento del Parlamento. Si conseguimos que la legislatura que viene en vez de un diez por ciento tengamos un 20 o un 30 por ciento del Parlamento, sin duda alguna todos esos cambios tan necesarios avanzarán muy rápidamente. Aun así, el compromiso de largo del gobierno de coalición es tener cerrada la nueva ley de Vivienda, que va a regular los alquileres, no en esta legislatura, sino en este año 22. Y eso es en lo que estamos trabajando, igual que para llevar adelante todos los contenidos del acuerdo del gobierno de coalición.
—¿Repetirían ese gobierno de coalición?
—Preferimos tener mayoría absoluta para gobernar nosotros. Pero vamos, si no nos dan los resultados electorales para tener mayoría absoluta, pues sin duda alguna. Por supuesto que construiríamos un gobierno con las fuerzas democráticas y progresistas que estén dispuestas a continuar ampliando derechos sociales y a ponerle una barrera que detenga el fascismo, esta ultraderecha tan peligrosa, tan poco democrática y tan intolerante que tenemos. Es espeluznante ver cómo su afán es acabar con los derechos conquistados, como si los derechos se dieran y se quitaran. Los derechos se tienen. Lo que vemos en la Comunidad de Madrid con estas propuestas para acabar con las leyes que han reconocido derechos al colectivo LGTBI no es ni más ni menos que un primer paso, una advertencia de lo que van a hacer en España en el caso de que lleguen al Gobierno del Estado.
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