Los comercios se ven «abocados al cierre» tras pérdidas de más del 50%
Los negocios del Centro esperan que este parón de dos semanas no les termine de asfixiar, después de vivir en crisis desde marzo
Nicolás Sánchez lleva en Mesones 62 años y jamás había asistido a una crisis tan devastadora como ésta. «Yo veo un niño de lejos y ... sé decirte qué número de pie tiene, pero es que ahora sales y no se ve ni uno», expresaba ayer desolado este comerciante de toda la vida que ha dejado a sus hijos dos tiendas de calzado infantil. La de Zacatín han tenido que cerrarla. «Antes la gente se daba tortas por un local en esta zona y ahora... están vacíos», apunta este empresario. Esta fase la define como la «ruina total» y se preocupa por las letras de los zapatos que aún hay que pagar y por el género parado.
Los comerciantes del Centro de Granada viven en crisis desde marzo; tanto que este cierre de dos semanas para frenar el virus por la preocupante situación sanitaria de la provincia les parece casi una anécdota... aunque temen que les dé la puntilla. Teo paga casi 1.800 euros de alquiler del local de su negocio 'Sparta Shoes'. Vivía del turismo en verano, que le valía para cubrir el bajón del invierno, pero ahora teme que no pueda aguantar mucho más. «No voy empezar a vender el género online porque es una inversión que no me puedo permitir. Iba a cerrar en mayo pero como lo hicieron otros, he podido sobrevivir algo más... pero ya no, no puedo más», anota este comerciante mientras atiende a una señora que aprovechaba el último día de tiendas abiertas para hacerse con unos zapatos de suela térmica.
La presidenta de la Federación Provincial de Comercio de Granada, María Castillo, indica que si no les echan un cable, estarán «abocados al cierre». «No podemos pagar el autónomo, el alquiler, los seguros sociales... no ganamos... solo estamos repartiendo lo que entra», expresa esta representante de los negocios que cifra en más del 50% las pérdidas desde marzo hasta ahora, cuando los comercios granadinos se enfrentan además a dos semanas de cierre total. «No podemos más. Resistiremos, pero cada vez es más complicado», subraya.
Las tiendas de muebles y decoración sí están funcionando pero el textil y el calzado «van fatal». María Castillo cuenta que la sanidad es lo más importante ahora pero que el cierre «debería ir acompañado de medidas de apoyo al sector». «Necesitamos ayudas pero no más créditos sino a fondo perdido y rápidas», reivindica la presidenta de la Federación de Comercio.
Ropa deportiva
A las tiendas del Centro de Granada entraban ayer los clientes a cuentagotas en una despedida temporal en la que solo había colas en una conocida franquicia de material y ropa deportiva. «Voy a recoger unos pantalones que me estaban arreglando o me quedo sin ellos dos semanas», apuntaba una señora por la calle Mesones, que es ya un cementerio de locales cerrados y de carteles de 'se alquila'.
En algunas tiendas lucían ayer un cartel con un eslogan llamativo. Una campaña del Gobierno que dice:«Levantar la persiana es construir un país», algo chocante cuando las circunstancias impedirán abrir a los comerciantes durante dos semanas.
Una de las que tiene este cartel en su establecimiento es Mari Carmen, que estaba ayer en su tienda de complementos Lunetta esperando a los clientes. «Nos estamos moviendo por redes sociales y llevamos los pedidos nosotros mismos por Granada. Calculo entre un 60 y un 70% de pérdidas desde marzo porque mi negocio tenía solo un 30% de clientela local, el resto, eran turistas extranjeros», indica esta comerciante que señala que en los tiempos sin coronavirus abrían los domingos y festivos y que hacían buena caja. «La gente dice que apoya al comercio local pero es de boquilla, luego hacen sus compras en Inditex y en Amazon. Las pequeñas empresas son las que tiran de la economía de un país, las que generan empleo», resalta la empresaria que está de acuerdo con este cierre si funciona. «Si va a servir para descongestionar yo hago el esfuerzo... pero esto aprieta», valora Mari Carmen refiriéndose a los gastos de su negocio que no cesan.
Susana, desde el mostrador la tienda Dolores Promesas, se muestra algo positiva. «La salud está por encima de todo, pero la economía va detrás y también tenemos que cuidarla», señala.
El gerente de la Federación Provincial de Comercio, Miguel Moreno, explica que el consumo no podrá despegar hasta que no se recupere la vida social normalizada. «Necesitamos ayudas rápidas y directas. Sin procesos burocráticos largos... que lleguen ya», expresa este representante de los comerciantes que auguró, si la situación no mejora, «el cierre de cientos de comercios» y la consecuente pérdida de empleos.
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