La cofradía de la Boriquilla presenta su «crónica de amor»

«Reza el lema del aniversario que son 75 años de ilusión que dan mucho de sí», indicó el autor del texto por el que se anuncian estos actos pero también sirvió para descubrir la obra de Adrián Pérez que gustó mucho a los hermanos y asistentes al acto. Se trata de un óleo que centra la atención del espectador con la llamada «llave que abre la Semana Santa» y en cuya empuñadura el autor ha incluido los rostros de los titulares de la cofradía. «El cartel anuncia de forma sencilla que este año se celebra algo grande en la cofradía de la Borriquilla», señaló el autor de la presentación. Dijo de él que «el artista consigue con genialidad y con la combinación de colores principalmente en los corporativos de la cofradía, el azul y el blanco, dominar la técnica mixta acrílico y óleo sobre lienzo y acierta de lleno con el contenido de la obra un autor joven aunque con una notable experiencia tras él». Habló del autor de la obra, Adrián José Pérez Álvarez, un licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Granada estando en posesión también del título de grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Tabasco ofreció un detallado currículum de las piezas y obras restauradas por él y de las nuevas realizaciones pictóricas que ha ejecutado para esta cofradía granadina y para otras de nuestra capital y provincia.

Cuando en 1947 se fundó esta hermandad de penitencia «una joven Lola Flores ya triunfaba por los teatros españoles junto a Manolo Caracol. El mismo año de la publicación del Diario de Ana Frank o de la inauguración del Santiago Bernabéu, del nacimiento de Ángel Nieto o de la publicación del Alquimista de Paulo Cuelho», recordó Tabasco para centrar la creación de la cofradía, si bien ya había procesionado el misterio de la Borriquilla desde años atrás. Tabasco destacó cómo vive la cofradía cada Domingo de Ramos, las salidas extraordinarias que se han vivido y dejó patente «el silencio del templo en estos años de pandemia, aunque nuestros titulares nunca han estado solos». Fue «una crónica de amor» como el propio Tabasco adelantó en la que recordó la llegada de la Virgen de la Paz en el año 1974 salida del taller de un joven Antonio Joaquín Dubé de Luque que «supuso toda una revolución para aquella Semana Santa de principio de los 70».