Las claves para frenar la despoblación en la 'Granada vaciada'
El acceso a servicios públicos se perfila como una prioridad para intentar parar el abandono de ciertas zonas de la provincia
La despoblación de amplias zonas de la España interior es una realidad constatable sobre cuyas implicaciones sólo se ha comenzado a tomar conciencia en los ... últimos años. Son muchos los análisis y estudios que se han publicado en fechas recientes sobre la progresiva concentración de población en los núcleos urbanos, un proceso que comenzó con el éxodo rural de los años sesenta y que continúa conforme la economía española se centra en el sector terciario y actividades como las derivadas del turismo.
En Granada el fenómeno se ha notado de manera significativa. Quienes analizan estos procesos, ya sea para tratar de pararlos o revertirlso en la medida de lo posible o simplemente para entenderlo mejor basándose en datos contrastables, creen haber dado con una clave en la progresiva disolución o debilitamiento de los servicios públicos más allá de las grandes conurbaciones. En muchos municipios han desaparecido, por ejemplo, centros médicos o colegios; un hecho que puede desincentivar a personas que se planteaban formar una familia o iniciar un proyecto empresarial en uno de estos pueblos.
La conclusión de muchos expertos es que la despoblación es, por su propia naturaleza, un proceso de retroalimentación negativa o, hablando en plata, una pescadilla que se muerde la cola. Una de las opciones con las que se cuenta si se quiere revertir o, al menos, frenar su desarrollo pasa por la intervención directa de los poderes públicos en términos políticos y económicos.
En la provincia de Granada, una de las más afectadas en Andalucía por este proceso, las cifras hablan por sí solas. Buena parte de los 174 municipios que componen hoy en día el territorio (algunos de ellos de reciente creación, lo que complica establecer una correlación clara en los datos de evolución) ha perdido un volumen significativo de su población en los últimos veinte años. En concreto, y de acuerdo con la información que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de su Estadística del Padrón Continuo, entre 1998 y 2018, el último año del que hay datos consolidados, son casi dos tercios del conjunto. Hay 106 municipios que cuentan con Ayuntamiento propio y que han visto mermado su censo en este período. Con respecto a los 174 que componen Granada en la actualidad, la cifra supera los seis de cada diez y casi alcanza a dos de cada tres; son el 61%.
Los datos señalan además que en ciertos lugares la tendencia de despoblación es mucho más acusada que en otros. Algo más de uno de cada cuatro municipios de Granada han visto caer su número de empadronados en más de un 20% en apenas diez años; es decir, que 'perdieron' uno de cada cinco vecinos en ese lapso de tiempo. La cifra alcanza el 27,6% del conjunto. Los descensos más acusados se registran en la Alpujarra y las comarcas de Guadix, Baza o los Montes Orientales. Por el lado contrario, la mayor parte de este flujo de población ha tenido como destino los municipios del Área Metropolitana, que han vivido un proceso de concentración de población. No sólo por el éxodo a zonas con mayor actividad económica desde otros puntos de la provincia, sino también por la 'expulsión' que en la época de la burbuja inmobiliaria se dio en la capital granadina por el incremento del precio de la vivienda, que tuvo como consecuencia que muchos jóvenes se 'exiliaran' al Área Metropolitana. Es precisamente la treintena de municipios que rodean a la ciudad nazarí la que ha vivido el mayor crecimiento en los últimos veinte años. Siete de ellos han visto cómo su población se duplicaba o incluso superaba este hito. Destaca el caso de Vegas del Genil, una ciudad formada por tres núcleos distintos (Purchil, Belicena y Ambroz) cuyo censo se ha multiplicado por cuatro en dos décadas, pasando de 2.758 habitantes a 10.981, según los datos consolidados del INE.
Casi toda la provincia puede acceder ya a un cajero
Hasta no hace demasiadas fechas, más de una treintena de municipios repartidos por el territorio granadino no tenía la posibilidad de usar un cajero. Para paliarlo, la Diputación Provincial y Caja Rural de Granada llegaron a un acuerdo en el marco de las actuaciones para tratar de revertir los procesos de vaciamiento de amplias zonas de la provincia y lo que se denomina exclusión financiera.
A comienzos de este mismo año, ambas instituciones lograron firmar un acuerdo por el que se planteaba actuar en 35 municipios y Entidades Locales Autónomas (ELAs) de la provincia. De ellos, según la información facilitada por el propio ente, la práctica totalidad se adhirió, con la excepción de tres: Aldeire, Lújar y Carataunas.
El compromiso acordado por la Diputación y Caja Rural consistía en poner en funcionamiento un cajero automático por un mínimo de cuatro años, en un sitio cedido por el gobierno local, añadiendo además la posibilidad de prestar asistencia personal a quienes lo necesitasen en dependencias municipales. En diez meses, hasta el pasado noviembre, 30 de los 35 lugares que se habían acogido a este programa ya habían visto cómo se había instalado un cajero.
Por el momento, hay dos enclaves de Granada donde aún están por realizar estas tareas: son Bubión, en la Alpujarra granadina, y Picena, que forma parte de Nevada.
Un círculo vicioso
Son muchos los expertos que desde diversas instituciones y organismos provinciales, nacionales e incluso europeos estudian las causas que cronifican los procesos de despoblación. Un factor al que la mayor parte de ellos señalan es el menguante acceso a servicios fundamentales, como la educación o la sanidad, que dificulta un proceso de arraigo. Es en este aspecto en el que han centrado la vista los organismos políticos, ya que se puede actuar desde las instituciones, a través de inversión, directamente sobre los territorios y evaluar los resultados a medio plazo. La Unión Europea ya dispone de planes específicos, algunos de los cuales ya se dejan notar en la provincia.
Este mismo año, la Diputación logró financiación del Fondo Social Europeo, a través del Ministerio de Política Territorial y Función Pública, para desarrollar tres proyectos por un valor de 1,85 millones de euros para mitigar el problema de la despoblación en zonas rurales a través de planes de apoyo a la formación y el empleo, entre otros.
En lo que respecta al acceso a los servicios públicos, las diferencias resultan, en algunos casos, palmarias. A través de información de las consejerías de Sanidad y Educación, es posible trazar un retrato general de cómo se reparte la capacidad de cada localidad de tener, por ejemplo, la posibilidad de escolarizar a sus hijos o una consulta médica de carácter estable. Por ejemplo, y según el listado de centros de atención sanitaria, son sólo 34 los municipios de la provincia granadina que cuentan con, al menos, un centro de salud. La mayor parte de ellos está situado o en la corona metropolitana o en las cabeceras de comarca. Destaca en especial el caso de los 23 municipios que sólo cuentan con un consultorio auxiliar, lo que no garantiza una rápida atención médica en caso de necesidad y obliga a desplazarse al hospital más cercano; un hecho que, sumado a los procesos de envejecimiento y la dificultad de moverse si no es a través de un automóvil propio, contribuye a dificultar el acceso a este servicio público.
Hay que tener en cuenta que la administración autonómica tiene en cuenta el censo como uno de los factores primordiales a la hora de decidir dónde se instalan centros de salud o consultorios, lo que contribuye a la ya mencionada 'pescadilla que se muerde la cola', o tendencia de retroalimentación negativa. A menor población, menos facilidades para desarrollar una vida normalizada, lo que revierte en que más gente elija marcharse. En unas décadas, que el municipio se encuentre en un estado demográfico 'terminal' es una consecuencia natural. Sólo dos de los 23 municipios que no cuentan siquiera con un consultorio en su territorio tienen más de mil habitantes. Y lo hacen por poco. Se trata de Otívar (1.029 habitantes en 2018) y Nevada (1.079). 17 de ellos, casi tres de cada cuatro, no llegan al medio millar.
Los datos de estos lugares permiten además constatar la retroalimentación. La inmensa mayoría ha perdido un volumen significativo de su censo en veinte años. Sólo hay cuatro excepciones a esta tendencia entre los 23 municipios que cuentan sólo con consultorio auxiliar; se trata de Nívar, Dúdar y Calicasas, que ganaron población, y Játar, que ni siquiera existía como tal en 1998. Los restantes 19 han perdido vecinos, en algunos casos de forma severa. En siete de los 19 casos la cifra alcanza o supera el 20% de los habitantes, siendo los más graves los casos de Murtas (-45,5%) y Gobernador (-40,2%).
Educación y transporte
Un análisis similar puede trazarse en lo que respecta a los centros educativos, fundamentales para incentivar la presencia y el arraigo de familias, factor capital para asegurar la pervivencia a medio plazo. Según la Consejería de Educación, 27 de los 174 municipios de la provincia no cuentan con un colegio público de ninguna clase. Son el 15,5% del total. Todos tienen menos de 1.000 habitantes. También aquí el censo es un elemento decisivo para que la administración decida dónde instala nuevos centros, contribuyendo a la espiral de despoblación y envejecimiento.
En otros 37 localidades, a pesar de haber centros públicos, no hay uno específico que acoja a estudiantes de Primaria. Los expertos consideran que es precisamente este tipo de colegio el que puede ser decisivo a la hora de romper la tendencia, ya que facilita el arraigo de familias jóvenes que pueden además participar del crecimiento de la actividad económica a través de la puesta en marcha de empresas o proyectos de emprendimiento, una de las ramas en las que más están incidiendo los planes de ayuda de instituciones como la UE. La mayor parte de ellos cuenta o con un Centro Público Rural (CPR) o de Educación Permanente (SEP), destinado sobre todo a adultos. Con muy pocas excepciones (sólo dos en este grupo de 37, Polopos y Moraleda de Zafayona), en los lugares donde se da esta situación el censo ha sufrido una disminución entre 1998 y 2018. En 15 de ellos, el 40,5%, la caída alcanza o supera el 20% en este período.
Otra de las patas importantes para entender el vaciamiento de zonas rurales es la dificultad de acceso o la escasez de conexiones que no pasen por usar el propio automóvil. 20 municipios de Granada, algo más de uno de cada diez (el 11,5%) no es accesible de manera sencilla en autobús, según la información que este periódico pudo recabar de las diversas compañías que operan en las regiones rurales, viéndose obligados a acercarse al núcleo de población más cercano y tomar, por ejemplo, un taxi; esto incrementa además de manera significativa el precio, contribuyendo a que cualquiera se lo piense antes de entrar o salir salvo por necesidad. A otras diez localidades sólo se puede llegar haciendo transbordo entre diversos autobuses, subiendo el tiempo de trayecto.
Hay 38 municipios de los 174 (el 22%, algo más de uno de cada cinco) a los que se tarda más de dos horas en llegar. En 15 de ellos incluso se superan las tres horas. Existen casos curiosos, como el de Turón, donde el trayecto más 'corto' supera las cinco horas. De hecho, según las webs consultadas, sale más a cuenta tomar un 'desvío' por Almería.
Esta situación revierte además en un encarecimiento importante. La media del conjunto de Granada para un trayecto entre dos pueblos cualesquiera es de 9,9 euros, según la información recabada. Esta cifra es más del doble en los lugares a donde no hay acceso directo y es necesario hacer transbordo, muchos de los cuales se encuentran localizados en las comarcas de Baza y Guadix. Allí, el montante alcanza los 22,78 euros, un 130,6% por encima de la media provincial. Por el contrario, esta cifra promedio en los lugares que sí tienen acceso directo baja hasta los 7,32 euros, por lo que en este sentido la diferencia de coste entre los dos grupos es más del triple.
Además, el coste no es el único factor importante en este sentido. También hay que tener en cuenta las frecuencias. A 30 municipios de los 174 de Granada llega un autobús menos de una vez al día (el 17,2%).
Esta unión de factores 'condena' a un importante número de municipios a un futuro incierto no sólo en lo demográfico sino también en lo económico; sin embargo, como demuestran estudios realizados en los últimos años y experimentos en países del Norte de Europa, pueden verse matizados, parados o revertidos haciendo uso de la inversión pública y los planes de apoyo y ayuda.
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