Cincuenta toros sueltos en la sierra de Castril provocan una búsqueda de 12 horas con helicóptero
El alcalde denuncia un «intento de sabotaje» a los encierros. El dispositivo de búsqueda en la Sierra localizó a la manada doce horas después, ya en el término de Santiago de la Espada
Los tradicionales encierros taurinos que se han celebrado desde el año 1.566 en la localidad granadina de Castril han peligrado este año por un « ... intento de sabotaje» a las fiestas, según denuncia el alcalde de la localidad, Miguel Pérez.
En la noche del miércoles, una manada de cincuenta toros, vacas bravas y cabestros, que se encontraban en una finca vallada en la zona norte de la sierra de Castril, en la finca de Suerte Somera, salieron en estampida por la sierra, lo que provocó un gran dispositivo de búsqueda que llegó a movilizar al helicóptero de la Guardia Civil por la situación de riesgo que suponían los animales sueltos. La causa que provocó que los toros pudieran escapar no está clara pero el alcalde de Castril, Miguel Pérez, ha anunciado a IDEAL que van a presentar una denuncia ante la Guardia Civil el próximo lunes, porque tiene claro que ha sido «un intento de sabotaje a las fiestas».
Tiene claro que, aprovechando la noche, alguien abrió la puerta de los corrales de la finca cercada de Suerte Somera, donde se guardaban los toros que iban a participar en los encierros del Ayuntamiento, que tendrán lugar desde mañana viernes hasta el domingo.
«Abrieron los corrales y provocaron un estampida del ganado bravo, sabemos que ha sido un intento de sabotaje porque también han destrozado los cristales del refugio de San Rafael y perdido las cabezadas de los caballos», explica el alcalde.
Destrozos en cristales
Los supuestos saboteadores, según el alcalde, sabían que sin los correajes que ciñen y sujetan la cabeza de los caballos, los ganaderos no podían montar los animales para perseguir a la manada desbocada. Además, siempre según el alcalde porque aún no hay una denuncia oficial ante la Guardia civil, provocaron destrozos en los cristales del refugio.
Y es que la operación de recuperación de la manada que quedó suelta en la Sierra, con una altitud media de 1.700 metros y llena de zonas escarpadas, fue una odisea, según relata el alcalde. Fueron unos vecinos que venían de observar la berrea en la sierra los que dieron la voz de alarma sobre la estampida de los toros. Enseguida se activó un dispositivo de la Guardia Civil que peinó la Sierra de Castril y Segura durante horas y finalmente localizaba a los animales al mediodía del miércoles, doce horas después de que escaparan. Los toros y cabestros se movían en grupos, algunos más rápidos y otros más rezagados. Los primeros estaban ya en la zona de Santiago de La Espada, en el límite de Granada con la provincia de Jaén, cuando los localizaron.
Según confirma la Guardia Civil, en el dispositivo participaron patrullas del Seprona y de la primera compañía de Baza. Además una veintena de ganaderos, según el alcalde, se sumaron a las tareas para ayudar. «Era como buscar una aguja en un pajar, en una sierra que puede tener treinta kilometros cuadrados... con el agravante de que no había cobertura en la sierra. El capitán de la Guardia Civil ha sido muy diligente y desplegó todos los medios en cuanto dimos la alerta«, relata Pérez.
«Por primera vez en mi vida pensé que el refrán de 'tan cierto como los toros de Castril no iba a cumplirse en 2019. Han querido boicotear las fietas y lo hicieron en el momento exacto para provocar un desastre. Han sido unos inconscientes por el peligro que han provocado, un grupo de animales en estampida ataca a todo lo que se mueve...«, concluye el alcalde, que respira por fin tranquilo tras el susto e invita a todos los granadinos a participar mañana viernes en los encierros. »Merece la pena, esta fiesta debería ser de interés nacional«.
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