El cierre de discotecas y pubs en Granada manda al paro o al ERTE a más de dos mil trabajadores
Las discotecas y pubs viven una situación desesperada y piden un rescate para evitar un otoño de «despidos masivos»
Que el otoño 2020 iba a ser negro en materia laboral no es ningún secreto pero a medida que pasan los días cobra mayor magnitud ... y es más preocupante el desastre económico que se avecina. Aún no ha acabado el verano y ya ha caído un sector entero, el del ocio nocturno, obligado a echar el cierre por las últimas restricciones aprobadas por el Gobierno y las comunidades autónomas para tratar de frenar la expansión del virus.
La medida ha sumido en la desesperación más absoluta a unos negocios que pesan mucho en Granada hasta el punto de que el cerrojazo de discotecas y locales de copas que se consumó este pasado lunes se traduce en más de dos mil empleos que se destruirán o en el mejor de los casos se podrán congelar unos meses mediante Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), según la estimación de la Federación de de discotecas, salas de fiesta y ocio nocturno 'Andalucía de noche'.
Su representante en Granada, el empresario Raúl López, gerente del grupo Ganivet, asegura que cuando culmine la protección inicial de los trabajadores que aún se encontraban en ERTE, a finales de año, llegarán «despidos masivos» y el cierre definitivo de muchas empresas que no se recuperarán de este nuevo cierre obligado.
Tan solo la veintena pubs y discotecas que han cerrado en la zona de Ganivet, en el Centro de Granada, sostenían 600 trabajadores, que se verán en ERTE o en el paro. La suma de todos los barrios de la capital, la Costa Tropical famosa por sus chiringuitos de copas y las discotecas y con los pubs de la provincia entera la estimación de esos dos mil empleos empleos afectados probablemente se quede corta, según López, y la bola de nieve que generará el cerrojazo del ocio se llevará por delante muchos más empleos indirectos.
A esto hay que sumar, las desastrosas consecuencias que tendrá el adelanto del cierre a la una de la madrugada –con la entrada de los últimos clientes una hora antes–decretado para todo el sector de la hostelería en general, lo que ha llevado a la Federación Horeca Andalucía, integrada por las ocho patronales provinciales de hostelería, a exigir un plan de rescate que salve empresas y empleos.
«Indefensión»
«Estamos en la indefensión más absoluta, se señala a la hostelería como único responsable de los rebrotes de covid-19 y se ha demonizado al sector de la noche, que sólo está vinculado con el 6% de todos los casos», protesta el gerente de Ganivet, que cree que los profesionales del ocio nocturno están siendo víctimas de la «improvisación» de la administración. En este sentido reprocha que no se aclare si tendrán al menos algún clavo ardiendo en forma de ayudas al que aferrarse y que se decrete el cierre de los locales sin fecha de caducidad.
«Nos han dejado tirados, sin ayuda, sin información para poder hacer planes para aguantar. Si van a hundir un sector ¿qué menos que tener un plan de rescate?», advierte el gerente de Ganivet que asegura que la situación es «dramática».
Los empresarios de la noche consultados por IDEAL coinciden en dibujar un escenario «crítico» para las empresas de ocio nocturno, que ya estaban muy tocadas por los meses de cierre durante el estado de alarma y la posterior apertura con fuertes restricciones. Ahora, con el nuevo cerrojazo impuesto, a pubs y discotecas se les agota el crédito y los ahorros para seguir haciendo frente a los gastos de alquileres de locales, sueldos o seguros sociales de trabajadores en ERTE.
«El Gobierno ha contribuido a generar odio al sector del ocio nocturno y lo ha puesto en la diana. Nos ha situado en una incertidumbre total que impide a las empresas conseguir liquidez porque no hay fecha de reapertura en el horizonte y ningún banco ofrece financiación sin certezas», valora Bubi Morenodávila, gerente de Gatronomía y diseño, la empresa propietaria de la discoteca Aliatar, además de otros locales de restauración.
Los despidos
«A los empresarios que ya habían sacado a los trabajadores de los ERTE no les queda más opción en esta situación que esperar al vencimiento de los contratos que caducan en septiembre y después también vendrán despidos, no me cabe duda», lamenta.
El empresario recuerda que también hay proveedores que llevan «meses sin cobrar» y que se están generando unos agujeros que supondrán la muerte definitiva de muchas empresas de ocio nocturno que no volverán a abrir. Morenodávila es especialmente crítico con los gobiernos que a su juicio, han maltratado al sector. Y pone un ejemplo: «En Aliatar acabábamos de comprar 200 taburetes para adaptarnos a la norma, una vez que se estableció que los clientes solo podían consumir en mesas. A la semana siguiente nos cierran... El sector lo está viviendo con una impotencia brutal».
También da fe de la angustia que le están provocando esta situación el empresario José Gustavo Cabrerizo, el dueño de otra discoteca de referencia en Granada, Planta Baja, que ha tenido que tirar toda la programación que ya tenía hasta septiembre. «Esta incertidumbre no permite planificar. Cada día cerrados complica más que podamos volver a abrir. Tengo la esperanza de un rescate pero lo veo muy difícil», asume.
Una opinión que comparten en Mae West, la discoteca más grande de Granada, con 140 empleados, que está ya en el borde del precipicio. Su gerente, Manuel Tirado, admite que para ellos va a ser un milagro poder revertir la situación. «Cinco meses cerrados te comen. Con un negocio abierto puedes generar un plan de pagos... pero así es imposible. No se si el Gobierno tiene intención de hacer algo pero hay gente que está cayendo y ya no va a tener solución. Para nosotros la situación es dramática, nunca nos habíamos visto así, es durísimo, nos queda poco más de un mes de oxígeno», concluye.
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