El 60% de los centros de Granada tendrá dificultades para guardar la distancia por el exceso de ratios

La ministra de Educación propuso a los centros que rebajaran sus ratios a entre 15 y 20 alumnos por aula, aunque afirmó que no se trataba de una orden, sino de una mera propuesta. Lo que sí será obligatorio, según indicó Celaá, será la separación de metro y medio entre los estudiantes. «En la mayoría de centros es imposible porque no hay espacios libres para redistribuir a los alumnos», indica Rosa Funes, presidenta de la Federación de asociaciones de madres y padres FAMPA Alhambra.

Tal y como explican desde la federación, a esta falta de espacios libres se une el exceso de ratio que mantiene gran parte de los centros granadinos, lo que dificulta aún más esa separación que reclama Educación. «Para muchos colegios e institutos es imposible llegar a esa ratio de 20 alumnos por clase y a ese metro y medio de distancia porque ya están al máximo de su capacidad. Todo esto nos provoca miedo de que en estos centros en los que hay masificación se produzcan rebrotes», indica Jorge Fernández, vocal de FAMPA Alhambra.

Las asociaciones aseguran que hay «muchísimos» centros con estas dificultades, pero que en el caso de los institutos han localizado tres «puntos negros» donde es imposible llevar a cabo estas medidas: el IES Manuel de Falla de Maracena, el IES Aricel de Albolote y el IES Escultor Sánchez Mesa de Otura. «Si Educación deja las mismas ratios, estamos seguros de que serán los primeros en tener brotes, porque les es imposible mantener la distancia», indica el vocal.

Una situación que corrobora Javier Pérez López, director del IES Aricel, que asegura que tanto él como el resto de los directores de la provincia están «inquietos» por cómo tendrán que enfrentarse a la reanudación de las clases en septiembre tras la pandemia. Su centro está acondicionado para acoger unos 400 alumnos. Con esa cifra de escolarización, podrían mantener esa distancia de seguridad. Sin embargo, actualmente su instituto acoge a mil estudiantes.

«Llevamos desde el 2007 esperando a que construyan un nuevo instituto que daría solución a este problema, pero la Junta no dice nada. Incluso damos clase en la Casa de la Juventud del pueblo, pero aún así no tenemos espacio», explica el director.

En el Manuel de Falla, por su parte, FAMPA Alhambra asegura que es «imposible» mantener el distanciamiento ya que alberga a mil alumnos en unas estancias preparadas para 600, una situación que comparte el Escultor Sánchez Mesa de Otura, donde la masificación está llegando a una situación «límite».

«Para poder cumplir la distancia de seguridad, tendríamos que tener menos alumnos por clase, pero no hay otras aulas donde meterlos y Educación no nos da solución», indica María Ruiz, directora del instituto Padre Suárez de la capital. Según explica, para mantener la separación entre los 900 alumnos que dan clase en su centro –600 en horario de mañana y 300 de tarde–, debería poder acondicionar nueve espacios nuevos.

«Pero no sé de dónde. Podemos usar el salón de actos y la biblioteca, pero necesitaríamos más salas», afirma María Ruiz. Y añade: «No sabemos cómo se podrá hacer y la Junta no nos aclara nada. Esto nos crea mucha inquietud porque toda la responsabilidad recae sobre el equipo directivo y no nos están dando herramientas para esta vuelta a las clases».

Tanto las asociaciones de padres como los sindicatos cifran en torno al 60% los centros de la provincia que tendrán problemas para amoldarse a esta medida del Ministerio. «Incluso podrían ser más. Menos los rural, que tienen ratios más bajas, el resto va a tener problemas para implantar estos cambios», indica Mercedes González Liñán, secretaria general de Educación en CCOO.

Lo mismo señala José Antonio Antón, delegado sindical de USTEA, que asegura también que este cambio deberá llevar aparejado un aumento del profesorado.

«La mayoría de centros tendrá problemas para mantener las distancias. En el mío, por ejemplo, es imposible, porque no tenemos espacios libres y, además, necesitaríamos el doble de profesores», afirma José Madero, presidente de la Asociación de institutos de colegios ADIÁN y director del IES Arjé de Chauchina.

Según cuenta Madero, para amoldarse a la norma del metro y medio, en su instituto deberían reducir su cifra de alumnado hasta pasar de los 600 que actualmente tienen a 400. «Ni siquiera podríamos mantener la distancia entre los docentes en la sala de profesores, porque tenemos que meter a 60 trabajadores en una habitación que está preparada para 20», indica.

«Estamos asustados y con mucha incertidumbre porque nos jugamos mucho y Educación no nos dice nada. Los centros vamos a hacer todo lo posible para que la vuelta a clase sea con seguridad, pero necesitamos que nos aclaren cómo podemos hacerlo», añade el director.

Desde la delegación de Educación de la Junta en Granada, por su parte, afirman que no hay ninguna obra o reforma prevista, por el momento, para adecuar los centros a estas medidas. «No hay ninguna obra por el coronavirus. Se ha presentado el plan de infraestructuras, pero no son medidas por el virus, sino cambios en los centros que se hacen todos los años, como mejoras de la climatización o el aislamiento», indican desde Educación.

Además, afirman que los planes de contingencia que deberán incluir los centros se irá conociendo cuando se acerque la fecha de la vuelta a las aulas para que, así se amolden a la evolución del virus:«Ahí se verá cómo se vuelve, de qué forma, la distancia de seguridad y el posible uso de espacios, pero tenemos que ver cómo va la pandemia para tomar esas decisiones».