El Centro de Inserción Social ha abierto a Juana Rivas dos expedientes disciplinarios

La medida se habría saldado, aunque este periódico no ha podido confirmar este extremo, con la prohibición de disfrutar de dos salidas de fin de semana que tenía autorizadas desde que ingresó en el CIS. Eso ocurrió después de que la fiscalía recurriera el tercer grado que se había otorgado a Juana Rivas, lo que le permitía cumplir la pena en su casa con control telemático.

No obstante, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria estimó en parte el recurso del ministerio público y acordó que volviera a ingresar en el CIS. La resolución decía que mantenía el tercer grado penitenciario, pero con un horario diario que estableciera el CIS; así como con restricciones en las salidas de fin de semana a dos al mes. También la obligaba a someterse a un programa de tratamiento específico «tendente a lograr la plena concienciación de los derechos de la infancia en toda su amplitud y el escrupuloso respeto que debe presidir toda actuación en las relaciones paternofiliales y el obligado respeto que se debe al cumplimiento de las resoluciones judiciales firmes».

Se da la circunstancia de que Juana Rivas está actualmente esperando a que el Gobierno le conceda el indulto parcial. En este sentido, el Tribunal Supremo emitió hace unos días un informe (preceptivo, pero no vinculante) en el que rechazaba por unanimidad de los 16 magistrados de la Sala Segunda de otorgarle el indulto total, pero ocho de los togados sí defendieron que se le diera el parcial.