Castilléjar se opone a la construcción de una planta de biogás

Ciudadanos de este y otros municipios limítrofes han creado junto con colectivos ecologistas, agricultores, ganaderos y defensores del patrimonio natural y cultural del Altiplano de Granada la plataforma Ciudadana en Contra de la Macroplanta de Biometano en Castilléjar para mostrar su negativa e impedir la edificación. Denuncian que, según el proyecto, esta planta estaría diseñada para procesar 206.000 toneladas al año de residuos orgánicos como purines, estiércol, residuos hortofrutícolas, restos agroalimentarios, forraje o desechos de animales muertos, con o sin enfermedades graves o contagiosas.

El alcalde de Castilléjar afirma que en el punto en el que se quiere ubicar hay cortijos, cuevas habitadas y que se trata de un entorno muy cuidado que se vería «enormemente afectado» a nivel ambiental y paisajístico. La plataforma, además, indica que en ese mismo punto está el acuífero Duda-La Sagra y en los pinares próximos se encuentra el ZEPA Pinar de Castilléjar, una de las mayores zonas de nidificación del milano negro.

Alertan de los efectos negativos sobre el medio ambiente, la contaminación del aire y los malos olores. «Estas plantas emiten gases como amoníaco, dióxido de carbono y, el más peligroso, sulfuro de hidrógeno, que causa irritaciones e infecciones respiratorias graves. Esto afectará directamente a la calidad del aire y a la vida diaria de los vecinos», señalan. Les preocupa también el riesgo de contaminación del suelo y del agua, el impacto sobre la biodiversidad y el paisaje. Afirman que la instalación de proyectos industriales de este tipo rompe con el modelo de vida rural con la agricultura, el turismo sostenible y la conexión con la naturaleza. «Nuestra identidad como pueblo está en juego», expresaron. El regidor de Castilléjar, por su parte, deja clara su postura. «Vamos a tratar de impedir por todos los medios que la planta de biogás se instale aquí», asegura. El equipo de gobierno y la plataforma se reunió este jueves con los vecinos para debatir la situación e informarlos.

El proyecto estaría situado en término municipal de Castilléjar, pero a apenas cinco kilómetros de Castril, lo que ha despertado también la rotunda oposición de su regidor, Miguel Pérez. Desde la localidad rechazan este tipo de proyectos en la comarca por la contaminación, cómo afectaría a sus vecinos y por el impacto que podría tener en el entorno rural. «Los gases emitidos son abrasivos a nivel pulmonar. Corroen las vías respiratorias de los vecinos», alerta al tiempo que deja claro que no todo vale.

Este periódico trató de pulsar la opinión de la empresa que quiere construir la planta, pero no obtuvo ninguna respuesta.