Casería de Montijo se vuelca con una familia que perdió su casa por las llamas

El hombre para e un momento exhausto y mira los restos de cristales cubiertos de hollín que aún cuelgan de las ventanas de su casa. Lamenta con la mirada lo sucedido, al tiempo que cuenta lo primero que se le vino a la cabeza cuándo vio el humo salir del interior del domicilio. «Creí que estaban todos muertos», dice. Su mujer y sus dos hijos pudieron escapar de las llamas y ,afortunadamente, ninguno de ellos sufrió ningún daño a causa del fuego.

Moha recupera el brillo en los ojos cuando habla de la ayuda vecinal que ha recibido ante esta tragedia. «Si seguimos así, volveremos a casa en un tiempo récord», afirma mientras esboza una sonrisa. Desde aquel 7 de junio, trabaja día y noche para volver a dormir en casa. Pero no lo hace solo. Miembros y voluntarios de la asociación de Casería de Montijo y otros ciudadanos del barrio se han volcado en la causa para que él y su familia puedan recuperar cuanto antes su hogar.

Richy, Toni, Rafa –muchachos del barrio de toda la vida– acudieron este mismo lunes con un voluntario de la asociación y el padre de la familia afectada a recoger la tarima flotante que unos vecinos del Zaidín donaron a los damnificados. A raíz de una iniciativa impulsada por Liquidaciones Granada y dirigida por Jose han conseguido recaudar un sinfín de muebles que decorarán su futura casa. «Para estas cosas está siempre el barrio», admiten con orgullo y sin ningún gesto de duda los chavales de Casería de Montijo.

Mucha gente ha estado al lado de la familia desde el primer momento. Los trabajadores de los jardines de la asociación de vecinos del barrio acudieron solo un día después del fuego a limpiar el interior de la vivienda. La plataforma, por su parte, ha cedido un espacio del polideportivo en el que guardan los colchones, los muebles de cocina, un sofá, cuadros o lámparas que les han entregado y se han puesto en contacto con servicios sociales para ver qué ayudas pueden recibir.

Aunque el interior de la casa aún huele a quemado, los restos de muros calcinados han desaparecido casi en su totalidad. Solo quedan algunas muestras del fuego en la parte exterior de las ventanas.

El fuego comenzó en una habitación que ha sido la parte más afectadas de las dependencias. Los propios vecinos se han encargado de echar una mano en la reforma. Han dado un primer lavado de cara a los muros y los suelos. El próximo paso es llevar a cabo la instalación eléctrica en el piso.

La familia, mientras tanto, se hospeda junto a unos allegados en la capital y se recupera de lo vivido. «Valoramos la suerte que tenemos de sentarnos todos juntos en la mesa. Hay vecinos que nos han hecho hasta la comida», aseguran, al tiempo que inician una cuenta atrás para regresar a casa. Entonces, harán una fiesta para inaugurar el domicilio junto a Richy, Rafa, José, los donadores y todos aquellos que aportan su granito de arena para que estén cada vez más cerca de recomponer su hogar.