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Concha de Santa Ana comparte trabajo con Pablo Casado en el Congreso. IDEAL
Casado con dos granadinas

Casado con dos granadinas

Crónica Política ·

La dirección del PP de Granada sale 'indemne' del 19 congreso tras desmarcarse desde el inicio de la línea 'sorayista' fijada por Juanma Moreno. La diputada Concha de Santa Ana y la parlamentaria andaluza Ana Vanessa García entran en los órganos de dirección de Pablo Casado en la nueva etapa del partido

Quico Chirino

GRANADA

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Domingo, 22 de julio 2018, 01:44

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Para entender el 19 congreso del PP hay que trasladarse a las filas del PSOE. En las populares no existe ningún antecedente parecido a lo ocurrido ayer. Fue similar al cónclave socialista de 2012 en Sevilla, donde se enfrentaron Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba. La desaparecida política catalana llegaba aparentemente con la vitola de ganadora y arropada por el aparato del partido en Andalucía -igual que Soraya-, pero salió derrotada por apenas 22 votos. Uno de los puntos de inflexión fue su discurso, demasiado impostado y concebido para aparecer en los cortes de los informativos de televisión.

A Soraya Sáenz de Santamaría le sucedió ayer algo similar. Y nada más acabar las presentaciones de ambas candidaturas se presentía el resultado.

Un compromisario granadino midió con el móvil dentro del auditorio el 'aplausómetro', sensiblemente favorable al diputado por Ávila. Y eso que la cámara panorámica que servía la señal a la sala de prensa ofrecía permanentemente el ala izquierda del auditorio: un sector manifiestamente 'sorayista' que nunca aplaudió durante el discurso de Casado.

A las 11.30 los ánimos en los dos bandos eran contrapuestos. Los seguidores granadinos de la exvicepresidenta -se puede extrapolar a otras provincias- empezaban a asimilar la derrota por anticipado. En cambio, los que en su día fueron 'neutral de Cospedal' sentenciaban: «Ha barrido el 'niño'». Y entonces empezaron a surgir los defensores de Casado a cara descubierta. Aunque el 5 de julio, en primera vuelta, entre las agrupaciones grandes su candidatura apenas se impuso en el distrito Ronda de la capital.

«Espero que hoy haya vencedores pero no vencidos», resumía con sereno atino un compromisario en tertulia con el alcalde de Loja. En los primeros momentos resultará difícil. Por más que se apele a la unidad. Volviendo al antecedente de Chacón y Rubalcaba, aquella fractura empieza a cicatrizar ahora que el PSOE ha vuelto al Gobierno.

Hay quien ha especulado al límite del doble o nada. «Algunos se juegan su futuro», comentaba un exconcejal de la capital que acudía como mero observador. Por más que se escenifique la concordia, las consecuencias a nivel provincial y, sobre todo, regional están servidas.

El PP granadino -el aparato- sale indemne de carambola. Tras el 5 de julio ha estado en comunicación permanente con el equipo de Casado, a través del exministro y anterior presidente de los populares andaluces Juan Ignacio Zoido y del diputado murciano y director de la campaña del nuevo presidente, Teodoro García. A efectos prácticos, la dirección del PP de Granada -igual que las de Almería, Córdoba y Jaén- se ha mantenido al margen de la apuesta del presidente andaluz, Juanma Moreno, uno de los principales activistas de Soraya, que llegó a colocar a su núcleo duro en la lista que la candidata planteó a los compromisarios. Hasta once nombres; entre ellos, el motrileño Carlos Rojas.

Cuando en las primeras mesas escrutadas se anticipaba la victoria de Casado, el entorno del presidente granadino -por no decir él mismo-, exteriorizaba su alegría y -en cierto modo- tranquilidad. El propio Sebastián Pérez se colocó hábilmente en primera fila del plenario para asistir al discurso final de Casado.

Presencia local

Sebastián no participó la noche previa a la votación de conspiraciones ni componendas; aunque hubo alguna llamada. Cenó con un reducido equipo de colaboradores y regresó al hotel. Ya sabía que en la lista que leería Pablo Casado a la mañana siguiente -la de ayer- habría dos granadinas: en el comité ejecutivo, la diputada nacional Concha de Santa Ana y, en la junta directiva, la parlamentaria andaluza Ana Vanessa García.

Ambas formarán parte de la nueva etapa que se abre en Génova. De Santa Ana, colaboradora de Pablo Casado en las tareas del Congreso, se mostró muy «honrada» con su incorporación a los órganos internos del partido. «He creído en Pablo Casado desde el principio, tiene el partido en la cabeza. Con él ganamos todos los compañeros, todos somos el mismo partido. Desde ahora hay que pensar en la unidad y trabajar para que Juanma Moreno gane las elecciones andaluzas y, como granadina, para que el PP recupere la alcaldía de la capital y la Diputación», declaraba De Santa Ana al acabar el cónclave.

«Esta etapa la afronto con ilusión y responsabilidad. La ilusión que Pablo Casado ha transmitido a los afiliados y compromisarios tenemos que ser capaces de trasladarla a los andaluces para las elecciones que serán en unas semanas y a los españoles para recuperar el Gobierno que nos han usurpado. El partido esta renovado y con muchas ganas de salir a la calle a ganar. La voz de Granada se va a oír en Madrid y es un honor ser la encargada de hacerlo junto a mi compañera Concha de Santa Ana», apuntaba Ana Vanessa García.

Terminó el 19 congreso del PP. Que por parte de la delegación granadina será recordado por las tensiones hasta ahora desconocidas en estos cónclaves internos y, también, por los bocadillos de 'focaccia'. Que resultó ser pan con aceitunas negras.

El efecto colateral sobre el debate de la ciudad

El 19 congreso del PP celebrado en Madrid ha tenido un efecto colateral en el Ayuntamiento de Granada que ha pasado desapercibido. En el mes de julio estaba -y todavía está- contemplado celebrar el debate sobre el estado de la ciudad, cuya convocatoria corresponde al alcalde.

Se evitaron las primeras semanas del mes para no hacerlo coincidir con las comisiones y eso provocó que se planteara la posibilidad de celebrarlo el viernes día 20. En la comisión de Presidencia se abordó la conveniencia de posponerlo porque ese mismo día varios concejales del PP se desplazaban a Madrid -ente ellos la portavoz- y ya tenían cerrados los billetes del AVE. Alguien -que no fue precisamente un edil del PSOE- no descartó seguir adelante porque en este pleno no hay votación. Otra alternativa fue celebrarlo el mismo día del pleno ordinario, el último viernes del mes. Después vino la presión desde la oposición para que se traslade el debate a septiembre, tras las vacaciones. Que no es lo mismo que tener que hacerlo 'durante' las vacaciones e interrumpirlas. Obviamente.

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