La carrera meteórica de un guardia civil que acabó entre rejas
El agente sorprendió en los inicios de su carrera por su eficacia en la intervención de drogas y posee la cruz de plata al mérito policial
Francisco García Santaella, 2 de noviembre de 1957, desempeñó más de 40 años en la Guardia Civil, pero acabó entre rejas por favorecer el narcotráfico ... en la provincia de Granada. El agente logró llegar alto en la escala de oficiales, hasta el rango de coronel e incluso recibió la cruz al mérito policial.
El hombre empezó su ascenso meteóricos a finales de la década de los ochenta en Málaga. Era capitán en el subsector de Tráfico, pero se hizo conocido por su buena suerte y su mano con las fuentes. Aún sin ser directamente de sus competencias, protagonizó varias intervenciones en vehículos que transportaban hachís. Su trabajo en Marbella y Estepona también es recordado. Allí dirigió más de diez operaciones antidroga que no tuvieron resultados positivos.

La tercera operación que orquestó Santaella para que la aprehendiera la Guardia Civil y estaba compuesta por hachís de mala calidad.

La tercera operación que orquestó Santaella para que la aprehendiera la Guardia Civil y estaba compuesta por hachís de mala calidad.

La tercera operación que orquestó Santaella para que la aprehendiera la Guardia Civil y estaba compuesta por hachís de mala calidad.
Desde Málaga dio el salto a Barcelona, un destino en el que duró poco tiempo. Su carrera le llevó hasta Granada como comandante. Allí estuvo destinado desde el año 2001 hasta 2006, aunque estuvo de comisión de servicio entre septiembre de 2001 y 2002 en Mozambique, país pobre donde aseguró que había producido parte de su enriquecimiento.
A finales de 2006 ascendió a coronel y se trasladó nuevamente a Madrid. En 2015, El Juzgado de Instrucción Número 2 de Granada investiga al coronel después de que unos narcotraficantes lo reconocieran como el agente de la Guardia Civil que daba seguridad a sus alijos.
Negar los hechos
Poco después recibió la cruz de plata al mérito policial, en febrero de 2015, cuando ya estaba siendo procesado. En abril de ese mismo año la dirección general de la Guardia Civil cesa a Santaella y le revoca de su destino. Sin embargo y pese a los cargos que se le imputan, en 2017 ocupa el pabellón oficial.
En 2019 la Audiencia Provincial de Granada absuelve a Santaella al considerar el delito prescrito, en una sentencia que poco después el Tribunal Supremo pide que se revoque al considerarla «sonrojante». Finalmente, en enero de 2022 la Audiencia Provincial condena al hombre a siete años de prisión. Pese a los recursos presentados por el guardia para agotar todas las vías y evitar su ingreso en prisión, se decreta su ingreso en la cárcel en octubre de 2024.. Santaella nunca ha reconocido los hechos. «La orden tardía no se produjo. Yo en ningún momento tengo intención de cumplir el trato con ellos, solo estaba generando confianza para reventar la operación», dijo durante su declaración en el juicio. En el proceso, hubo otros investigados, pero finalmente se archivaron sus casos.
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