Dar el cante
A MEDIA VOZ ·
«Las canciones son la sal de la vida, el modo en que respira una sociedad»ALEJANDRO PEDREGOSA
Sábado, 7 de abril 2018, 00:33
Sucedió el miércoles santo en mi calle (San Jacinto). Estaba yo arrellanado en el sofá pensando en mis naderías cuando me llega desde afuera el ... jolgorio de un grupo de niños. Abro el balcón y me asomo porque hay algo eterno y hermoso en el juego de los niños. Van vestidos de domingo. Hacen una especie de desfile e imitan con la boca sonido de trompetas y tambores. Juegan a la Semana Santa. De repente hay uno que se para, se pone recto como una estaca, levanta el brazo derecho y canta una canción que dice: Cara al sol con la camisa nueva/ que tú bordaste en rojo ayer. Se ve que sólo se sabe hasta ahí porque cuando termina vuelve al principio y repite. Otro chaval, más pequeño aún, se le para al lado y lo imita. Los demás siguen adelante con su imaginada procesión y, la verdad, pasan de ellos bastante. Ni me asombro ni me indigno en exceso. Conozco de sobra los intersticios de la peor Granada. Así que cierro el balcón y vuelvo al sofá. Pienso en el padre o en el abuelo de ese niño (lo siento, pero no veo a la madre inyectándole al chaval ese chute de testosterona caducada) y me da mucha lástima.
Dos días más tarde me encuentro en la tele a tres ministros rectos como velas, cantando emocionados el 'Novio de la muerte'. Piensa mucha gente que la letra de la canción es obra del mutilado Millán Astray. En absoluto, tal vez le hubiera gustado pero las capacidades intelectuales del golpista no daban para tanto. 'El Novio de la muerte' fue en sus inicios una canción ligera de cabaret que cantaba en los años veinte Lola Montes. Lo único que hizo Millán Astray fue ordenar que cambiaran el Charlestón original por un ritmo militar. Calculó (con buen tino, eso sí) que una canción tan emotiva y romántica le vendría de perlas para enviar a la muerte a los cientos de desgraciados con hambre y sin futuro que ingresaban en las filas de su recién inventada Legión. A mí, en realidad, lo que me gustaría es ver a los tres ministros disfrazados de Lola Montes. Me fiaría más de ellos. Los sentiría más humanos. Puestos a dar el cante yo les propongo algo más granadino y menos decadente. El próximo 11 de abril en el Teatro Isabel la Católica tendrá lugar un concierto tributo a nuestro eterno y genial Carlos Cano, donde participarán artistas como Raúl Alcover, Luis Pastor o Juan Pinilla. No está anunciada la presencia de ningún ministro y casi con total seguridad tampoco irá el papá del niño cantor de la calle San Jacinto. Es una pena, me gustaría invitarlos a él y al niño. Y explicarles, porque seguramente nadie se lo ha dicho todavía, que las canciones son la sal de la vida, el modo en que respira una sociedad, que para vivir decentemente hay que cantar decentemente y que la basura, en los contenedores verdes.
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