El campo de Granada anuncia protestas ante una campaña sin abono, sin agua y con los costes disparados

Treinta años después, Mesa cree que los agricultores y ganaderos de la provincia han vuelto a ese punto de inflexión en el que la situación ya es límite. Se enfrentan a una campaña de 2022 en la que los costes de producción se han disparado, hasta el punto de doblar los gastos en las explotaciones, y en la que los efectos de la sequía, que limitará el riego, mermará las cosechas. Igualmente la producción se verá muy acortada y limitada por el precio disparado de los fertilizantes, que llevará a los productores a utilizar el mínimo abono posible para tratar de ahorrar.

Lo han relatado los miembros de la junta directiva de la organización agraria ASAJA que este martes en Granada han realizado el tradicional balance agrario de la campaña saliente, la 2020-21, marcada por la pandemia y la crisis de precios, y han mostrado la gran preocupación del sector ante la 2021-2022, que comenzó el pasado mes de septiembre.

«Granada finalizó un año agrícola 20-21 muy complicado por las consecuencias del covid con el cierre del mecado y la crisis de precios que arrastraban algunso cultivos, como el aceite de oliva y las producciones ganaderas y el año nuevo agrícola, iniciado el 1 de septiembre, sigue sin abandonarnos la preocupación y la incertidumbre or las dificultades sobrevenidas», ha valorado el presidente de ASAJA Granada, José Hita.

«El fuerte encarecimiento de los costes de las semillas, los fertilizantes, la energía, el gasóleo y los salarios, que duplican los costes de una explotación junto al déficit de precipitaciones y la declaración de sequía extraordinaria en la cuenca del Guadalquivir, que restringe los riegos en el subsistema de las vegas altas de Granada, la Hoya de Guadix y Cubillas-Colomera, hace que nos enfrentemos a la campaña más corta en producción, vamos a peor y estamos muy preocupados», ha añadido el presidente de ASAJA Granada.

Ante esta situación el sector agrario va a recuperar la «unidad de acción» que mostró en febrero de 2019, cuando la mayor protesta de la historia colapsó la capital granadina y prepara movilizaciones en la calle con las que pretenden reivindicar un plan de choque con medidas de ayuda al sector por parte del Gobierno.

La primera de las protestas del calendario está ya fijada y será la del sector de frutas y hortalizas a nivel nacional, en Madrid, para exigir mayor controles de las producciones que entran desde África, entre otros motivos.

«No podemos soportar esta situación. La sequía y las condiciones meteorológicas solo lo puede arreglar El de arriba, pero todo lo demás sí lo puede arreglar el Gobierno», ha advertido el secretario de ASAJA Granada, Manuel del Pino, que ha reivindicado un plan de choque por parte del Ejecutivo central que incluya medidas fiscales para apoyar a los productores, el control de las producciones de terceros países o la rebaja del coste de la energía para las explotaciones.

«Durante la mitad del año necesitamos una potencia muy alta energética para poder regar pero durante la otra no y sin embargo todo el año pagamos la misma tarifa de luz. No se nos permite reducir la potencia del suministro eléctrico durante la mitad del año en la que no la utilizamos», ha ejemplicado el secretario de ASAJA, que ha reivindicado así al Gobierno que firme un decreto para dar luz verde al doble contrato eléctrico anual en los regadíos.

Del Pino ha recordado que en un momento en el que el precio de cultivos clave en la provincia están remontando, excepto la leche que sigue por los suelos, y que la campaña podría ser prometedora el sector se enfrenta,sin embargo, a una incertidumbre absoluta por los costes de producción disparados, la falta de agua y la imposibilidad de abonar por el precio desbocado de los fertilizantes.

El secretario general de ASAJA Granada ha incidido en que a las dificultades que acarrea la sequía y los altos costes de producción que hunden la rentabilidad de las explotaciones se suman otros trances que marcarán no solo el año agrícola 2021/22 sino también la viabilidad del sector de cara al futuro.

Entre ellas, Del Pino citó la definición del Plan Estratégico Nacional de la PAC entre el Gobierno y las comunidades autónomas, la «dudosa» repercusión que tendrán para los agricultores y ganaderos granadinos, los intentos del Gobierno por criminalizar al campo, con la guerra contra el consumo de carne, las agresivas campañas de la Inspección de Trabajo, las radicales posiciones contra la actividad cinegética, los incumplimientos de la Ley de la Cadena Alimentaria y la persistencia de las prácticas desleales en contra de la producción primaria«.

También incidió especialmente en el daño supone la posible supresión de la figura de los temporeros. «El eventual en este sector es imprescindible y Trabajo quiere que desaparezca», ha lamentado.

El secretario general de ASAJA también ha sido muy crítico a la hora de valorar el inicio de las obras de las canalizaciones de la presa de Rules, después de que el Gobierno la haya fijado en 2022. «No nos creemos nada porque ya nos anunciaron el año pasado 50 millones de inverisón que no hemos visto en los presupuestos. Mienten para intentar conformarnos. Todos los que han sido representantes políticos de Granada desde 2007 tendrían que pedir perdón por Rules y ser declarados persona non grata en la Costa granadina», ha denunciado. «No queremos más compromisos, queremos partidas para Rules en los Presupuestos Generales del Estado», ha zanjado.