El campamento de los niños que vuelan alto en Granada
Ochenta hijos de miembros del ejército aéreo español y marroquí, de entre diez y doce años, disfrutan de una exhibición de helicópteros militares
Leticia M. Cano
Miércoles, 24 de julio 2024, 00:00
Un campamento, compuesto por cuarenta niños españoles y cuarenta niños marroquíes de entre diez y doce años, vuelve a aterrizar en la base aérea de ... Armilla. Los niños, todos hijos de miembros del ejército aéreo, disfrutaron ayer de una exhibición y exposición de helicópteros militares que tuvo lugar en las mismas instalaciones donde se ubica el campamento. Esta iniciativa, que comenzó en 1984, tiene una duración de tres semanas. Este año se ha desarrollado desde el 9 de julio hasta el día 28 del mismo mes. Esta actividad se va alternando edición tras edición entre España y Marruecos. En 2023, cuarenta niños españoles viajaron hasta Kenitra –ciudad del centro-norte de Marruecos– donde realizaron diferentes excursiones y actividades. Por lo tanto, este año en el que se realiza la 38 edición, los niños marroquíes han viajado hasta España acompañados de cinco monitores que les guían durante el viaje.
Cuando llegan a las instalaciones de Armilla se unen con sus demás compañeros, que llegan desde toda España. Cada año este campamento recibe cientos de solicitudes, pero solo ochenta hijos de miembros del ejército de aire son elegidos para vivir la experiencia con el objetivo de unir lazos de amistad, cultura y costumbres entre ambos países.Todos ellos se hospedan en un edificio de la base aérea militar adaptado para el campamento, compartiendo así habitaciones de cuatro personas, lo que favorece la relación entre todos los participantes. Tras realizar diferentes actividades durante estas semana como la visita a la Alhambra, Güéjar Sierra o a las playas de la costa granadina, los integrantes han podido disfrutar este martes de una exhibición y exposición de helicópteros militares. Tras la exhibición de aire, cada uno de ellos se ha puesto al mando de las aeronaves militares y han posado para la foto de recuerdo. Mientras tanto, los demás no han dado tregua y han seguido correteando y jugando entre los que se han convertido en sus nuevos amigos. «Son muy inteligentes, ellos se han entendido bien desde el primer día», cuenta el capitán Gerardo Mochón.
Ariana, una de las niñas que se encuentra en el campamento, confesó que desde el primer día la comunicación fue fácil. Ya sea en español, inglés, francés o árabe, los niños conciben el lenguaje de la comunicación de forma diferente. Jugar, reír y disfrutar son los propósitos que les unen, por lo que utilizar incluso la mímica es una opción perfecta para invitar al compañero a disfrutar del juego.
Todos los niños han formado una interminable fila –que a veces carecía de orden– para hacerse su foto de orla antes de realizar las actividades deportivas. «Les hacemos una pequeña orla para que se la lleven de recuerdo», explica el capitán mientras que sus compañeros tratan de ordenarlos y mantenerlos en calma unos instantes. El subteniente Javier Seco de Herrera, la comandante Loubna Msellek, el cabo mayor Mohamed Hassan y la cabo primero Ether Güglieri, entre otros, son los encargados de monitorear estas «vacaciones».
Esta es una de las misiones más importantes a la que se somete el ejército de España y Marruecos durante el verano: hacer felices a los niños, hacerlos volar muy alto. Y sus pequeñas sonrisas confiesan que la misión ha sido superada y, además, con mucho éxito.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión