Una cajera de Granada que no cobraba compras a dos clientas es condenada a 14 meses de cárcel

IDEAL ha tenido acceso a la sentencia dictada por el tribunal granadino con la conformidad de las partes, y considera probado que la cajera fue desleal a su empleador. Al final fueron descubiertas después de que una de las dos beneficiadas por el plan, ante la decisión de la cajera, A. M. R., de que ya no se llevasen más carros de la compra 'de gorra', contase el 'tejemaneje' que se traían entre manos al dueño, que despidió a la cajera tras reconocerle esta lo ocurrido. Esta llegó a denunciar ante la Guardia Civil que si había accedido a que no abonaran sus compras las dos hermanas había sido debido a «presuntas amenazas y presiones que no han sido acreditadas».

El importe de lo 'pseudocomprado' «no se ha recuperado», pero, según explica el fallo, «se ha convenido en 30.000 euros». La cajera y las dos hermanas acusadas, una de las cuales ha estado defendida por el abogado Francisco Javier Aguilera, consignaron en la cuenta del juzgado 15.000 euros antes del juicio, pero les queda pendiente de pagar la otra mitad. Habrán de hacerlo si quieren evitar pisar el penal, puesto que se ha condicionado a su abono suspenderles la ejecución de la pena. Tampoco podrán delinquir en dos años. Tienen un plazo de seis meses, hasta el 31 de marzo de 2021 para saldar cuentas.

El ingreso de esos 15.000 euros ha sido tenido en cuenta como una circunstancia atenuante de «reparación del daño». Si la pena es mayor para la cajera es porque se le ha aplicado la agravante de «abuso de confianza». Sobre la gratificación económica que recibía A. M. R. periódicamente, la resolución detalla que las dos hermanas se la dejaban su casa, y que era «normalmente 50 euros por carro de productos sustraídos». Los intereses de la empresa han estado defendidos por el letrado Fernado Gálvez Sánchez, del Grupo Consultor GSG.

Fue en junio de 2016 cuando la procesada A. M. R. firmó su contrato de trabajo. El dueño del súper, con la «confianza máxima depositada en ella», le encomendó el puesto de cajera. «Traicionando dicha confianza», según la sentencia, la acusada se puso de acuerdo con las hermanas R. H. y M. J. H., ambas con antecedentes penales. Las tres actuaron «con ánimo de obtener ilícito beneficio e idearon un plan para que las dos hermanas se hicieran con productos del supermercado sin pagar.

«El plan consistía en que, a cambio de una gratificación económica que regularmente entregarían a A. M. R., las hermanas (...) se personarían una vez por semana en el supermercado», indica la Audiencia. A continuación, estas dos clientas aprovecharían que la cajera estuviera sola y «cogerían un carro lleno de productos». La acusada pasaría los artículos por la computadora de caja, «pero borraría a continuación las líneas de productos para así no dejar rastro ni registro alguno de su salida del establecimiento».

Las pícaras clientas estuvieron llevándose carros desde enero de 2017 hasta finales de junio de 2018. La compra –cargaban– la hacían con una frecuencia semanal. En el carro no metían productos baratos precisamente, sino que introducían «los productos más caros del supermercado».