«El Bosco y Caravaggio marcan la pauta visual para la persecución de los gitanos»
Sarah Carmona estudia las colecciones de los museos europeos para sostener su investigación.
Sarah Carmona vive en la Academia y se expresa como tal. Sentada en Plaza Nueva, de su mente por su boca salen palabras y conceptos ... como «decolonialidad», «epistemicidio» o «mitopoesis iconográfica». Le comento que quizá tenemos que buscar otras palabras para explicar su investigación. Vamos que nos vamos.
Empezamos por la perspectiva decolonial, una escuela de pensamiento que tiene como objetivo desvincularse de las jerarquías de conocimiento y las formas de estar en el mundo eurocéntricas para permitir otras formas de existencia.
«Exige cuestionar las obras de los museos y comprender cómo están contaminados por los epistemicidios –marginación sistemática de saberes y conocimientos, especialmente los de pueblos no occidentales–, y la racialización política. Esto último es un fenómeno que a partir del siglo XVII es el hilo rojo del uso de la figura gitana hasta hoy», explica.
Sarah Carmona estudia las colecciones de los museos europeos para sostener su investigación. «Veo una evolución desde el siglo XV hasta el XIX en el tratamiento de la figura gitana, que es paneuropea, se encuentra en todas las colecciones europeas. Pasa por el tratamiento religioso en Rafael o Leonardo; las grandes figuras del Renacimiento; después moralizador con El Bosco y Caravaggio; luego político en el siglo XVII, con Bruegel; y finalmente en el siglo XIX, orientalizante, una visión romántica de la figura gitana». «Todo esto es interesante porque me ha permitido comprender la complejidad y la importancia fundamental de lo gitano, de la imagen gitana, del uso de lo gitano en la creación del concepto de lo que es diferente en la sociedad. Y desde este punto se construye la norma». Por ejemplo, «El Bosco y Caravaggio marcan la pauta visual para la persecución de los gitanos».
«Mitopoesis iconográfica»
Una vez establecido este motivo, esta imagen de lo gitano, va a operar como una verdad natural que justifica la desconfianza y la persecución de los gitanos. «Es lo que yo llamo la mitopoesis iconográfica», algo así como la construcción de mitos ficticios.
El problema es que «la imagen de los gitanos en su discurrir histórico no dice nada de ellos. Hay que buscar lo gitano en los pliegues, en los desgarros de su imagen, no en su primera referencia visual». Insiste Sarah Carmona en que de la idiosincrasia gitana no hay nada. «Se dice mucho de la relación de la sociedad con los gitanos, pero no de los gitanos. De los gitanos se dice muy poco, casi nada. Tampoco de la experiencia gitana vitalista. Nosotros resistimos a las categorizaciones. Siempre hemos resistido a las normalizaciones impuestas por el sentimiento mayoritario».
Por esta razón, lanza una idea. «Propongo un proceso de descolonización de la mirada». Para lograrlo, Sarah quiere que nos fijemos en los márgenes. «Por eso llamo a la conferencia imá(r)genes. Estamos obligados a conocer que los archivos visuales construyen narrativas sesgadas que sirven para fijar identidades marginales y legitimar jerarquías de poder».
Por tanto, para Sarah Carmona, «el concepto de márgenes activa la supervivencia».
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