«Estamos al borde del precipicio y es necesaria una respuesta urgente y global»
El economista Juan Torres habla en el Club de la Constitución de las grandes fracturas de la economía mundial, sus riesgos y alternativas
Andrea G. Parra
Miércoles, 20 de noviembre 2024, 00:32
Al borde de un precipicio. Así define Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, la situación del mundo, de la ... humanidad. Lo explicó ayer en su intervención en el Club de la Constitución en Granada. En una actividad celebrada en el colegio mayor San Bartolomé y Santiago. 'Las grandes fracturas de la economía mundial: riesgos y alternativas' fue el título de la ponencia.
El economista, criado en Granada, destacó el enorme «desequilibrio» existente. Describiendo los factores estructurales que existen en esas grandes fracturas de la economía internacional. Los desgranó señalando el cambio climático, fragilidad financiera, crecimiento de la deuda, revolución tecnológica con sus puntos positivos y negativos así como la desigualdad. Sin olvidar los conflictos geopolíticos. Riesgos que generan incertidumbre. «En ese contexto las posibilidades económicas se agravan», sentenció.
Juan Torres reflexionó, además, sobre la necesidad de aportar soluciones globales a problemas globales. Refiriéndose a lo que ahora se denomina policrisis, en la que conjugan todo tipo de riesgos y problemas. Todo está interconectado y el riesgo es «gravísimo».
«Debilitar al Estado es un suicidio, aunque haya que mejorar y democratizar su funcionamiento»
Sobre las alternativas puntualizó que es «fundamental controlar las finanzas y a los fondos de inversión especulativos que son los motores que hacen que la deuda se dispare y se resienta la actividad económica que crea riqueza y satisface necesidades». También es, a su juicio, «imprescindible que las decisiones económicas se sometan a las preferencias de la ciudadanía». Ante los riesgos y peligros que vienen, alertó: «Debilitar al Estado es un suicidio, aunque haya que mejorar y democratizar su funcionamiento. Y, sobre todo, es imprescindible que la ciudadanía reclame acuerdos globales basados en principios que aseguren la justicia, el buen gobierno y la paz».
Hacer frente a los problemas
Así las cosas, llamó la atención comparando la economía internacional con la vida misma, que es compleja. Como en cada sistema complejo la tendencia es al caos y existe la posibilidad de que colapse. «Estamos al borde», incidió. A lo que añadió que si sucede de forma conjunta puede ser histórico y de una enorme envergadura. Para lo que hizo un llamamiento a que la respuesta debe ser «urgente y global».
En este punto, Juan Torres agregó otra palabra: Desolador. Criticó que se sabe qué es lo que hay que hacer para hacer frente a los problemas y fracturas y no se hace. Además, clamó sobre que se tienen los recursos humanos, tecnológicos y conocimiento para que el mundo funcione de otra manera, pero no se actúa. Señaló que hay grupos de poder que no están dispuestos y que impiden esas medidas. «Sabemos lo que hay que hacer», incidió refiriéndose a científicos, organizaciones internacionales que saben cómo atajar esos problemas, pero no se interviene, según expuso el economista. «Es un verdadero desastre no tomar esas medidas», pronunció.
Sobre la elección, de nuevo, de Donald Trump, como presidente de Estados Unidos, la expansión de los populismos y la extrema derecha en todo el mundo no augura que la tendencia sea regresiva, al contrario, cree que será expansiva. Lo que lleva a que la gente esté siendo desposeída. Relató que la gente vive cada vez con mayores inseguridades, miedos, dificultades de acceso a la vivienda en todo el mundo, entre otras vicisitudes.
Ante este panorama, aludió al escenario de mentiras y postverdad que señala a los inmigrantes, okupas o feminismo como el origen de todos los males. Quejándose, Torres, de que «desgraciadamente» la frustración y el miedo paralizan y salen vencedores los grupos que lanzan esos mensajes. Todo lo contrario que ocurre con quienes ofrecen alternativas de progreso (incluye la izquierda y alguna derecha tradicional) que están siendo «incapaces» y poco operativos a la hora de ofrecer «seguridad» y «esperanza». A su entender, hace que esos populismos y extrema derecha se «fortalezcan».
En su tierra, rodeado de integrantes del Club de la Constitución y vecinos, recordó que es granadino y no se olvida de sus olores y sabores que tiene de sus tiempos de crianza.
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