El boom de las placas solares en Granada agota el stock y desborda a las empresas

Desde el año 2019, en el que se legalizaron 116 instalaciones de autoconsumo eléctrico en la provincia, las cifras han aumentado de manera exponencial hasta sumar un total de 7.773 plantas fotovoltaicas de menos de 100 kW (para hogares y pequeños negocios) que suponen una potencia total de 107.322 kW.

Y la fiebre va a más en este 2022, en el que según los datos del servicio de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, se va a triplicar el número de nuevas instalaciones de autoconsumo eléctrico en la provincia con respecto al año anterior.

«En lo que va de año se han comunicado ya 4.248 nuevas, si siguen tramitando a este ritmo a finales de año se habrán triplicado», esgrime el jefe del servicio de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Fernando Machado.

La estimación del servicio es que los granadinos han invertido ya más de setenta millones de euros en financiar estas plantas de autoconsumo. No obstante, la energía que producen entre todas supone aún un porcentaje mínimo de la que se genera en Granada. «Para hacerse una idea, la potencia total es similar a la que tienen las cuatro plantas fotovoltaicas que promueve el grupo Cuerva en Ventas de Huelma», esgrime Machado.

Las empresas fueron las primeras que buscaron soluciones para tratar de reducir el gasto eléctrico pero ahora también los hogares granadinos están demandando placas solares como si no hubiera un mañana.

Con los actuales precios de la electricidad, la inversión que requieren estas instalaciones –con un coste medio de entre 3.500 y 4.500 euros para los hogares– se ha hecho más rentable. Según la Asociación de instaladores eléctricos de Granada, antes de cuatro años queda amortizada vía ahorro en los recibos mientras que las placas tienen una vida útil de 25 años.

El boom de las placas solares es tal que ha desbordado a las empresas instaladoras granadinas. No dan abasto para diseñar presupuestos y ejecutar proyectos y la obligación de crecer a contrarreloj les está provocando auténticos problemas para encontrar profesionales especialistas.

A este handicap del personal, se le ha sumado otro importante obstáculo en este 2022, en plena crisis de materiales. La vorágine de la demanda ha roto el stock de equipos a nivel mundial. Las existencias están agotadas en todos los almacenes nacionales y las empresas están sufriendo retrasos medios de tres meses hasta que pueden montarlos en las viviendas, según constata el presidente de la Asociación de instaladores eléctricos de Granada, Manuel Plata.

El empresario granadino, al frente de la empresa Montajes Eléctricos Hermanos Plata de Ogíjares, preside también la asociación del sector a nivel regional y subraya que las dificultades para encontrar profesionales se están sufriendo de forma intensa en toda Andalucía, a pesar de los esfuerzos por formar personal que han realizado desde la asociación. Igual ocurre con los equipos. «Hay problemas en la distribución y en los propios fabricantes, los plazos de entrega de equipos superan los tres meses, principalmente faltan inversores, que es el elemento que transforma la la energía fotovoltaica en corriente alterna de uso, la que conseguimos en casa», esgrime.

Plata incide en que las nuevas reglamentaciones, que a partir del año 2019 simplificaron los trámites para autorizar las placas impulsaron estas instalaciones y su implantación pisó a fondo el acelerador el pasado año gracias a las ayudas que gestiona la Junta de Andalucía y financian como mínimo el 30% de la inversión.

Pero sin duda «el gran catalizador» para el despegue fotovoltaico ha sido el subidón de la factura de a luz. «Hay un auténtico boom de demanda de instalaciones de autoconsumo tanto en el sector industrial, que se había puesto la pilas con antelación, como ahora en el doméstico. No se trata solo de ahorrar en la factura sino que con el escenario geopolítico que tenemos la energía va a ser un bien escaso y hay que ser menos dependientes e las eléctricas», analiza.

Además, sostiene que a día de hoy los avances en tecnología, la simplificación de trámites para que se puedan suscribir contratos de compensación de excedentes y las tarifas que están implementando las comercializadoras hacen posible que el ahorro energético sea «del 100%», por lo que la demanda va a ir a más.

«Ya hay empresas comercializadoras que ofrecen la batería virtual, en lugar de pagar a precio limitado la energía sedentaria (la que no consumes en un mes), te la dejan disponible y la detraen de tu factura cuando no produces, por lo que si tenemos una instalación bien dimensionada en función de los consumos se puede conseguir que el gasto sea cero», concluye.