La Azucarera estrena mobiliario con madera local de 'Km 0'
La nave en la que está instalado el grupo dirigido por Antolino Gallego, la primera en mudarse, ha sido decorada con la primera exposición de choperas
La Azucarera de San Isidro, esa joya histórica que necesita decenas de millones para que sea el gran campus sostenible de España, recibe cada día ... trabajadores en sus instalaciones. Son investigadores de la Universidad de Granada (UGR). No son aún albañiles. El laboratorio UIMA (unidad de investigación de la madera estructural de Andalucía) está a pleno rendimiento. Estos científicos y técnicos operan con máquinas y analizan maderas en un espacio único en el territorio andaluz.
Tras la visita que hizo este periódico en junio, cuando se produjo el traslado de las máquinas antiguas que el laboratorio tenía en el campus de Fuentenueva en la Escuela de Edificación, la gran nave está en funcionamiento. La nueva instalación de la institución universitaria granadina en la Azucarera, sobre la que más se ha escrito en el último lustro, es escenario del pasado y del futuro de la industria de la madera.
En las oficinas y espacios de reuniones todo el mobiliario lo han realizado en el propio laboratorio y usando madera local de km0. Las mesas, las sillas y demás muebles las han fabricado en el laboratorio que dirige Antolino Gallego, catedrático del departamento de Física Aplicada. Una nota distintiva de esas dependencias a las que se accede por unas escaleras, elaboradas con diferentes tipos de maderas, es la decoración. La han hecho con las imágenes de la I Exposición Fotográfica de Choperas de Granada que comenzó en el Aljibe del rey y fue viajando con un itinerario por toda la provincia, por Granada, Castril, Alhambra, Belicena, Guadix, y Valderrubio. Consuelo Vallejo, profesora del departamento de Pintura, fue la comisaria de dicha exposición itinerante.
Desde esa zona administrativa (elevada), los empleados de la UGR observan la gran nave que acoge toneladas de madera en uno de los laboratorios más grandes (sino el más grande en una misma habitación) de la institución. La nave que utiliza UIMA está cerca de la casa del director de la antigua fábrica San Isidro. Fuera no hay nada, pero las máquinas suenan en el laboratorio. La nave del grupo de Gallego era un almacén de azúcar construido en la década de 1960 y es, de hecho, la edificación más reciente del conjunto fabril.
Los investigadores, en esta primera fase unas ocho personas junto a los técnicos, han pasado de trabajar en un sótano en la Escuela de Edificación, en cien metros cuadrados, a una nave industrial de 1.332 metros cuadrados construidos (de los cuales 1.254 metros cuadrados son útiles). Hay una sola planta y una altura libre interior de siete metros. Está organizada en cuatro secciones. Trabajan con piezas de madera de hasta diez metros. Hasta ahora, lo hacían con un máximo de tres metros.
En este laboratorio, los investigadores, que han logrado ser referentes en el sector y conseguir financiación a nivel europeo, desarrollarán trabajos a escala real para después transferir ese conocimiento a la industria. Como en otras ocasiones, el director de este centro incide en el mensaje de que este laboratorio devuelve la vida a la Azucarera a través de una pequeña industria de I+D+i. Y, en esta línea, recuerda la necesidad e importancia de que las administraciones y el sector privado se animen a seguir invirtiendo en la rehabilitación de un espacio único como la Azucarera de San Isidro.
Gallego recuerda que las choperas en Granada y por tanto en España nacieron a final del siglo XIX al mismo tiempo que la remolacha. «La remolacha desapareció, las choperas perviven, y como un regalo de la historia la Azucarera renace con un laboratorio de madera de chopo. Es como volver a la historia, pero mirando hacia el futuro», valora.
NUEVAS OBRAS
Este otoño tenía previsto la Universidad granadina las obras de la siguiente rehabilitación. Esperan, en el equipo del Rectorado, concretar la fecha en no muchos días. La siguiente fase cuenta ya con la licitación. El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana licitó en mayo por 1.578.332 euros las obras de conservación y adaptación de la nave de enseres de la destilería para espacios de trabajo e investigación. Esta licitación también incluye trazados de obras ordinarias de redes de infraestructura interior. Son las instalaciones de la otra ala de la Azucarera, estarán frente a frente con el laboratorio de la madera.
En aquel momento (mayo), se concretó que la intervención se enmarca en la primera fase de un plan integral para la recuperación del conjunto de naves de la destilería de la Azucarera, declarado Bien de Interés Cultural en 2015. El proyecto ha sido redactado por el arquitecto Juan Moreno Romero y será gestionado por la Unidad Técnica de la Universidad. La actuación contempla la rehabilitación de 374,91 metros cuadrados de superficie construida y más de 1.800 metros cuadrados de urbanización en la plaza de los depósitos. La nave de enseres se adecuará como espacio de trabajo para algunos grupos de investigación. En mayo el Ministerio informó que el plazo de ejecución está estimado en nueve meses, estimando la finalización de las obras en el ejercicio 2026.
La Universidad granadina compró en diciembre de 2021 la Azucarera de San Isidro por 2,7 millones de euros. Es un conjunto catalogado como BIC y considerado como uno de los 100 mejores edificios industriales de España, un espacio con un gran valor patrimonial para Granada. Desde 2023 ha abierto sus puertas a varias visitas, ha visto como una nave de nueva construcción se ha convertido en laboratorio científico y retoma algo de actividad tras años de abandono antes de ser adquirida por la institución universitaria granadina.
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