El Ayuntamiento borra decenas de pintadas en el entorno de Gran Vía y de San Nicolás

Desde primera hora de la mañana, los trabajadores de Inagra se afanaron en pulir los muros de la zona más cercana al Padre Suárez, que mostraban una gran degradación desde hace tiempo. Grafitis con forma de calavera o lemas alusivos al conflicto que está costando miles de vidas inocentes en Palestina se habían realizado en los últimos tiempos en esta parte. La pared se había vandalizado también con un enorme 'tag' de más de cinco metros. Todos los dibujos fueron eliminados y la zona mostraba su mejor cara pasado el mediodía, como pudo comprobar este periódico in situ.

En la esquina entre Reyes Católicos e Isabel la Católica, las pintadas eran mucho más extensas y abarcaban tanto la fachada de la tienda que se encuentra en el cruce como la entrada del inmueble que será recuperado en los próximos meses como sede de un nuevo establecimiento hotelero de cinco estrellas. Grafitis de colores rojo, negro y azul con los apodos de sus autores se mezclaban con frases de enamorados o alusiones a diferentes conflictos ajenos a la ciudad fueron borrados por los trabajadores de limpieza, que se emplearon a fondo.

Con esta actuación, el equipo de gobierno da continuidad a un programa de limpieza centrado en la eliminación de las pintadas vandálicas que afean el Centro y barrios monumentales como el Albaicín o el Realejo. La campaña fue anunciada hace dos semanas por la alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, en un acto en la Gran Vía, frente al Hotel Palacio Santa Paula. La dirigente confirmó entonces el interés del Consistorio por acabar con los grafitis y avanzó el inicio de las acciones esa misma jornada con la eliminación de los dibujos realizados en los muros de la residencia María Inmaculada, el colegio Padre Suárez, el Palacio de los Olvidados en la Cuesta de Santa Inés y otros espacios de Gran Vía.

La regidora aseguró entonces que el Ayuntamiento había alcanzado un acuerdo con la Comisión Provincial de Patrimonio para actuar sobre fachadas, muros y elementos históricos invadidos por grafiti sin necesidad de permiso. Según dijo, «la eliminación de muchas de las trabas burocráticas que nos veníamos encontrando para poder retirar las pintadas en zonas de especial sensibilidad por su carácter de Patrimonio de la Humanidad nos va a permitir actuar con mucha más eficacia y mejorar no solo la imagen de la ciudad, sino frenar el deterioro de algunos edificios emblemáticos».

En paralelo a este programa, el equipo de gobierno está también preparando la implantación de cámaras en más de una decena de calles. La medida, que fue anunciada el año pasado, recibió recientemente el visto bueno de la comisión de seguridad del TSJA, órgano que usualmente dictamina la adecuación o no de dispositivos en la vía pública. El objetivo del Ayuntamiento con esta propuesta es potenciar el control en lugares identificados como especialmente problemáticos por la excesiva proliferación de pintadas vandálicas.

Otra de las vías de actuación del equipo de gobierno, que también fue mencionada hace dos semanas por la primera edil, es la continuación de las actuaciones de concienciación. La idea es mantener nuevos encuentros con escolares de la ciudad para que los más pequeños entiendan la importancia de mantener limpia Granada y alejarles de los grafitis ilegales y no artísticos.

La brigada anti pintadas vandálicas de Inagra también ha retirado las múltiples firmas y frases que algunos ciudadanos incívicos habían dejado registradas en la fachada del muro de una zona protegida del Mirador de San Nicolás donde precisamente una ciudadana fue sorprendida hace unos días por la Policía Local pintando en ella.

«Este equipo de gobierno le está plantando la cara al incivismo y a los actos vandálicos que tanto deslucen la ciudad y tanto daño le hacen a su patrimonio desde todos los frentes posibles y creo que ya hemos dado unos pasos de gigante en este sentido que van a ir aún a más en los próximos meses», ha destacado la concejala de Limpieza Viaria, Ana Sánchez.

Esta última actuación de limpieza, enmarcada dentro del plan integral antipintadas vandálicas en la ciudad, ha requerido de hasta tres capas de pintura para poder cubrir algunos de los mensajes que se habían realizado con rotulador negro sobre la fachada; unos hechos –ha recordado Sánchez- que conllevan multas de 3.000 a 15.025 euros para las infracciones graves y de 15.025 a 30.050 euros en el caso de las muy graves tras la entrada en vigor de la nueva Ordenanza reguladora de la Gestión de Residuos y Limpieza Viaria.

De hecho, el endurecimiento de las sanciones es una de las líneas con las que el Ayuntamiento de Granada está trabajando para acabar con el vandalismo junto a otras medidas intimidatorias que ya están en marcha como la próxima instalación de 19 cámaras de seguridad (principalmente en los entornos del Mirador de San Miguel, Albaicín y Realejo) para proteger estos espacios Patrimonio de la Humanidad y en los que los operarios de Inagra actúan reiteradamente retirando pintadas, además de medidas de sensibilización ciudadana (especialmente dirigidas a los niños y adolescentes a través de diferentes programas educativos) y de una ampliación presupuestaria de 300.000 euros de la Agencia Albaicín para la limpieza de pintadas.