Todas las ayudas disponibles para instalar placas solares en Granada

La demanda de las subvenciones, que se tramitan por parte de las propias empresas instaladoras y se otorgan en orden de solicitud, sin tener en cuenta otros criterios como la renta, ha sido tan alta en toda Andalucía que pese a las sucesivas ampliaciones de presupuesto la mayoría de las líneas están agotadas en estos momentos. No obstante, la ventanilla sigue abierta y los solicitantes entran en una lista de espera.

A las subvenciones del programa Next Generation de la Unión Europea, se le suman la deducción del IRPF y la bonificación del IBI que está disponible en municipios como la capital granadina. La conjunción de todas las ayudas supone un granadino pueda ahorrarse hasta el 80% de la instalación, según explica Manel Pujol, cofundador de la compañía de autoconsumo Samara, que señala que una instalación media tiene un precio estimado de entre 5.000 y 8.000 euros en el mercado.

La compañía aporta como ejemplo una instalación de 4 kWp con un coste de 7.000 euros en una vivienda de Granada capital que pague 1.200 euros de IBI al año.

La subvención de la Junta, financiada con fondos europeos, otorga 600 euros, lo que le supondría 2.400 euros. A esto podría sumar el 40% de deducción del coste en IRPF, sobre base imponible de hasta 7.500 euros, lo que significaría restar 2.800 euros más.

Quedaría la tercera pata, la bonificación del 50% del IBI durante un año, lo que en el caso del ejemplo supondría un ahorro de 600 euros más.

«En total, se optaría a recibir una ayuda de unos 5.800 euros sobre los 7.000 euros del coste de la instalación, un 82,8%. Además de estas ayudas vigentes, cabe esperar que se siga fomentando la transición energética desde las instituciones con más deducciones y ayudas», señala Pujol, que considera que estos incentivos económicos y la mejora de la tecnología, »convierten a la transición energética en un atractivo para los hogares, aumentando nuestra independencia energética, ahorrando en nuestra factura y contribuyendo a la conservación del medio ambiente», concluye.

En total, el Gobierno andaluz ha destinado hasta el momento casi 200 millones de euros a esta línea de ayudas fondos Next Generation para atender solicitudes de autoconsumo con energía solar fotovoltaica y eólica, almacenamiento y para equipos térmicos con solar térmica, biomasa, geotermia, hidrotermia y aerotermia en Andalucía.

Las subvenciones estos programas financian desde un 30% de la inversión hasta el 85%, en función del tipo de beneficiario y características de la instalación. La media es del 40% a fondo perdido para ciudadanos y empresas y del 80% para entidades locales.

En la actualidad, la mayoría de líneas dentro del programa están agotadas y quedan fondos disponibles para el denominado número tres, subvenciona instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable para el sector servicios y otras empresas y la que subvenciones las instalaciones de energías renovables térmicas para la climatización de viviendas. Los particulares que soliciten ayudas para autoconsumo eléctrico se mantienen ahora mismo en lista de espera

Las ayudas vigentes pueden consultarse en este enlace https://www.agenciaandaluzadelaenergia.es/es/ayudas-la-financiacion/incentivos-para-energias-renovables-en-autoconsumo-almacenamiento-y-termicas-sector-residencial

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La segunda medida vigente es la bonificación del IBI, dependiente de cada municipio. La nueva normativa posibilita que los ayuntamientos puedan bonificar a quienes instalen sistemas para el aprovechamiento de la energía solar hasta el 50 % de la cuota íntegra del IBI.

En Granada en Granada capital y La Zubia bonifican hasta el 50% del importe durante un año, frente al 30% durante dos ejercicios de Loja. Sin embargo otros municipios grandes como Albolote o Guadix no contemplan este tipo de bonificaciones a la instalación, según explican desde la compañía de autoconsumo Samara. Actualmente, según el informe «Incentivos Fiscales para instalaciones en municipios de más de 10.000 habitantes» de Fundación Renovables, el 55 % de los municipios españoles ya ofrece bonificaciones en el IBI.

Este porcentaje está condicionado a la mejora energética de la vivienda tras la instalación, y precisa de un certificado de eficiencia energética antes de la instalación y otro posterior que pruebe la mejora. Existen tres grados de deducción del IRPF:

-20% del precio de la instalación: Se debe demostrar que con las obras en la vivienda se ha conseguido reducir al menos un 7% en la demanda de calefacción y refrigeración. Además, la base máxima sobre la que se aplica la deducción en esta modalidad asciende a 5.000 euros anuales.

-40% del precio de la instalación: Si se demuestra una reducción en el hogar de al menos un 30% del consumo de energía primaria no renovable o la calificación energética de la vivienda para obtener una clase energética «A» o «B», en la misma escala de calificación. La base máxima sobre la que se puede aplicar la deducción en esta modalidad asciende a 7.500 euros anuales.

-60% del precio de la instalación: Con las mismas condiciones que la anterior, se refiere a reformas en edificios completos que sean de uso residencial. La base máxima deducible en esta modalidad asciende a 15.000 euros anuales.