Hoy es un día importante para Granada y para Andalucía. Un día relevante para toda España: queda inaugurada la línea de Alta Velocidad Antequera-Granada.
Esta línea es más que un proyecto estratégico. Es una parte fundamental de nuestro proyecto de país, un proyecto de futuro, un proyecto que nos une y enriquece a todos los ciudadanos de una nación tan rica, diversa y plural como es España.
Como ministra de Fomento que fui, entre 2012 y 2016, hoy me siento particularmente reconfortada. Nos vertebra una de las mejores redes de infraestructuras que se conocen en el mundo. Una red de transportes que, ahora también desde Granada, une a multitud de personas, acerca oportunidades y estrecha lazos de progreso, haciendo sencillo y cómodo recorrer de punta a punta España.
Esta red permite conocer la diversidad de nuestros pueblos y regiones, de nuestra cultura, nuestra tradición y nuestras riquezas históricas. Y además acerca España a los españoles y a los millones de turistas que nos visitan cada año: más de 80 millones de personas.
Personas, proyectos, oportunidades... un futuro de progreso que llega para quedarse en Granada. Y lo hace dando ejemplo de que la mejor garantía de éxito es el esfuerzo colectivo, la voluntad compartida de superación y el trabajo.
Han sido muchos los gobiernos que han gestionado los recursos necesarios para que el tren de alta velocidad llegara a esta región. Durante mi etapa como ministra el presupuesto total del Grupo Fomento destinado a la provincia fue de 1.874 millones de euros y la línea de Alta Velocidad Antequera-Granada se dotó presupuestariamente con más de mil millones de euros.
Hicimos un esfuerzo económico más que considerable. Pero, sobre todo, pusimos el empeño y la determinación necesaria para completar una infraestructura clave, pensando en todos los ciudadanos de Andalucía, que son sus beneficiarios más directos, y en el resto de usuarios, españoles y extranjeros.
Sin duda, uno de los mejores destinos que pueden tener los recursos públicos es utilizarlos para construir infraestructuras prioritarias para el desarrollo económico y social del país y puestas al servicio de los ciudadanos, es decir, de sus necesidades de movilidad, con el fin de mejorar su calidad de vida, su bienestar y sus oportunidades de desarrollo.
Además, la infraestructura que se inaugura hoy es un hito desde el punto de vista tecnológico y desde el punto de vista social, porque contribuye a superar las desigualdades territoriales, estimular el crecimiento económico y promover el desarrollo.
España ha dejado claro que es un país que funciona, y ha dado pruebas de ello incluso en medio de las grandes dificultades vividas por la economía mundial durante este último decenio.
Tenemos la capacidad de dar respuestas eficaces a los problemas que nos afectan, y hemos demostrado esa capacidad desde que nos embarcamos, juntos e ilusionados, en ese proyecto de nación moderna y pujante que comenzó con la Transición a la democracia.
Desde entonces, nos hemos convertido en un país pionero y ejemplar en muchas, muchísimas cosas. Además de ser un referente en el deporte y pioneros en ámbitos diversos como el económico, el empresarial, en los logros de nuestra cultura, en derechos sociales y bienestar… Pero España es, también, vanguardia de progreso por la espectacular evolución de sus infraestructuras.
Y es que la voluntad de remar en una misma dirección a la que nos convocó –y convoca– la Constitución, fue más allá del reconocimiento de un marco de derechos y libertades, pues nos instó a todos a una senda de modernización y avances que ha sido verdaderamente extraordinaria.
Sin embargo, el éxito, como la excelencia, no es un suceso, es fruto del trabajo y el esfuerzo. Decía Aristóteles que «no actuamos correctamente porque tengamos excelentes virtudes, sino que somos virtuosos porque actuamos correctamente».
Por eso, hoy tenemos la obligación de reforzar nuestro compromiso de atender a esas necesidades de los ciudadanos con la mayor eficacia, y de garantizar su continuidad y su constante perfeccionamiento.
Es imprescindible que sigamos alentando la realización de proyectos como este AVE Antequera-Granada. Porque si estrechamos nuestros lazos de unión contribuiremos a crear sociedades más cohesionadas, impulsaremos el crecimiento y el empleo, y vertebraremos el futuro de España.
Muchas felicidades a los granadinos.
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