El autor del crimen de Juncaril: «Vi en ella el demonio»
El acusado afirma ante el jurado que decidirá si actuó o no en un brote psicótico que en aquellas fechas oía voces, veía pirámides, copias de él y se creía «el dios Horus»
Juan Francisco T. M., el autor del brutal crimen, el 5 de febrero del año pasado, de la joven Ana Elena G. G., que era ... administrativa de la empresa de su padre en el Polígono de Juncaril, se ha declarado culpable de los hechos durante la primera sesión del juicio con jurado que se celebra desde este lunes en la Audiencia Provincial de Granada. Culpable pero con matices, porque ha sostenido que llevó a cabo el terrible ataque contra la chica, que tenía 29 años, sin ser consciente, movido por las alucinaciones, visiones y delirios que, según ha contado, sufría en aquellas fechas. «Vi en ella el demonio», ha llegado a decir.
Si el acusado, que ha sido diagnosticado de esquizofrenia paranoide, sufrió un brote piscótico, como sostiene su defensa, deberá ser determinado por el tribunal popular. Sus integrantes, cinco mujeres y cuatro hombres, han permanecido muy atentos al interrogatorio del procesado, tras el que han podido visionar la cruda grabación de lo ocurrido captada por las cámaras de seguridad de las oficinas donde se desarrolló la horrorosa agresión mortal. Han sido tres espeluznantes minutos, durante los que uno de los jurados no ha podido reprimir el llanto.
«Primero quiero mostrar mi arrepentimiento y pedir perdón a los familiares de la víctima y darles el pésame, y decirles que en circunstancias normales no hubiese hecho eso», han sido las primeras palabras que ha pronunciado el procesado, que se encuentra privado de libertad desde el crimen, actualmente en Sevilla. El hombre, que no ha vuelto a sufrir ningún episodio similar, se enfrenta a una petición de 30 años de prisión.
«Quiero mostrar mi arrepentimiento y pedir perdón a los familiares de la víctima y darles el pésame, y decirles que en circunstancias normales no hubiese hecho eso»
Juan francisco T. M.
Autor del crimen de Juncaril
Ese es el castigo que reclaman las acusaciones particulares que ejercen los padres y el hermano de la malograda Ana Elena, que están representados por los letrados Rafael López Guarnido y Francisco García Ballesteros. Ambos creen que el reo, en contra de lo que mantiene su abogado, Pablo Luna, sí fue consciente de sus actos y no tenía ni afectadas ni anuladas sus facultades. La fiscalía, por contra, pide la libre absolución al ver una eximente completa en su estado mental y reclama su ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario durante 22 años y medio.
«Lo único que recuerdo es que cogí un cuchillo porque se iba a aparecer el demonio en mi casa», ha explicado a la fiscal, Nuria Lázaro, el acusado, que ha estado en todo momento engrilletado y custodiado por tres agentes de la Policía Nacional. «El demonio venía hacia mí y salí a la calle», ha agregado, para añadir que empezó entonces a sufrir «ataques de agresividad» y «de pánico» y a escuchar «sonidos estridentes».
A continuación llegó a la oficina donde aquella fatal mañana, como cada día desde hacía un año, se encontraba la joven. Eran más de las 10.00 horas, cuando Juan Francisco entró con el cuchillo y acabó con su vida a puñaladas, puñetazos y golpes con diversos objetos, huyendo después, no sin antes lanzar el cuchillo a una especie de piscina que hay junto a la empresa. Terminó siendo detenido por la Guardia Civil, contra la que se revolvió.
«Vi un coche con hombres y pensé que me querían matar», ha expresado en referencia al vehículo en el que llegaron los seis agentes que fueron necesarios para detenerle, a la vez que ha indicado que se marchó a su urbanización después de abandonar Juncaril porque «tenía que desactivar sitios endemoniados».
«Poderes»
También ha dicho que, además de escuchar voces, hablaba en su mente con personas famosas, veía «pirámides» que creía que le iban a hipnotizar lanzando «un rayo» y copias de sí mismo. Y ha añadido que en aquellas fechas, desde que regresó de un viaje de Estados Unidos en marzo de 2020, se creía «el dios Horus» y que, como tal, tenía «poderes», algo que solo llegó a comentar a su madre y a su hermana. «Yo creía que tenía poderes y se lo conté a mi madre».
Juan Francisco ha explicado que vivió 14 años con la que fuera su pareja y que, en fechas anteriores al crimen, una noche se marchó definitvamente del piso que compartían porque pensó que «iba a aparecer el demonio en la casa». Borró incluso una carpeta de fotos digitales porque pensó que estaban endemoniadas. Y en días siguientes tiró cosas a la basura bajo la misma creencia.
«¿Y qué pinta tiene el demonio?», ha preguntado el abogado de los padres de Ana Elena al acusado. «Una cosa roja», ha contestado
Ha detallado que se tiró «un año» con las alucinaciones y que cuando llegó a la prisión estaba «cohibido» y «abstraído en mi cueva interior». Además ha dicho que cuando salía al patio, al principio, pensaba que los demás presos eran «un ejército de soldados».
«¿Y qué pinta tiene el demonio?», le ha preguntado el abogado de los padres de Ana Elena. «Una cosa roja», ha contestado el encausado, que ha aclarado que si roció a la malherida joven con el contenido de un extintor antes de irse tras la brutal agresión fue porque estaba teniendo una alucinación y viendo al demonio. «Le eché el extintor para no verlo».
Según su testimonio, dejó de oír las voces cuando empezaron a inyectarle medicación ya en la prisión. «El día de lo de Ana Elena tuve un ataque de agresividad incontrolable», ha aseverado. «Yo no fui a matar a nadie».
Posible móvil
El abogado de los padres de la víctima está convencido de que sí hubo un motivo tras el crimen. El procesado cobraba un sueldo de la empresa de su padre -1.200 euros- aunque no acudía a trabajar. El día de autos era día 5 y el acusado, que acabó en 2018 sus estudios universitarios en Económicas, no había percibido la nómina desde hacía dos meses. Su padre solía pagar a los trabajadores en efectivo y, como Ana Elena no podía abonarle el sueldo porque el dinero lo manejaba su padre, en esos días ingresado en la UCI con covid, la mató.
«Yo no fui a cobrar nada», ha señalado sin embargo el reo frente a esta tesis, negando que su acción criminal fuese «premeditada». Su defensa, de hecho, ha garantizado que probará, con los expertos en psiquiatría que han analizado el caso, que su cliente sí sufrió un brote psicótico.
Por su parte, la fiscal -distinta a la que realizó el escrito de conclusiones provisionales- ha anunciado que, en función de cómo se desarrolle el juicio, podrá modificar sus conclusiones provisionales. De hecho, ha aportado la historia clínica completa del reo y un certificado de la dirección del centro psiquiátrico penitenciario que acredita que desde su ingreso no ha sufrido ningún tipo de alteración.
La vista continúa este martes, tras haber declarado los primeros testigos, entre ellos el padre de Ana Elena. Antes de entrar al juicio, este ha atendido a IDEAL. «Confiamos en la justicia y esperamos que con las investigaciones que se han llevado a cabo se pueda clarificar lo que nosotros creemos», ha expresado, para recalcar que lo demás está todo claro, pues «están grabados los hechos y no hay nada que pueda contradecirlos».
Amigos de Ana Elena: «No es un enfermo mental, es un asesino»
Ana Elena, la víctima del crimen de Juncaril, era una chica muy buena y muy querida. Así lo han manifestado este lunes un nutrido grupo de amigos suyos ante el Palacio de la Real Chancillería, donde se han concentrado para clamar justicia. Para ello, han colocado una pancarta en el suelo donde se podía leer: «No es un enfermo mental, es un asesino».
En declaraciones a IDEAL, Laura, una de sus amigas, ha ensalzado el carácter y las virtudes de Ana Elena. «Era una persona increíble», ha dicho con la voz entrecortada. «Todo lo que te podía dar, te lo daba. Tenía un corazón enorme y jamás le hizo daño a nadie. era una persona tan buena... trabajadora como la que más y estaba llena energía y de ganas de vivir».
Ninguno de sus amigos ha podido aún superar su injusta muerte. «No se supera. Yo a día de hoy sigo sin poder ver una imagen suya, y un vídeo, imposible. Al final haces tu vida, pero no se sigue igual, porque cada día nos falta ella», ha agregado Laura.
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