La España vaciada granadina que sueña con subsistir del turismo
Tres comarcas y 47 municipios del Norte de Granada aspiran a ser Geoparque de la Unesco
Laura Ubago
Guadix
Domingo, 5 de enero 2020
Esta es la historia de un territorio que quiere vivir del silencio, del paso del tiempo y de que no ocurra nada. De un paisaje. ... Inmenso. De los colores tierra. Este es el universo Geoparque. La España vaciada granadina que sueña con subsistir del turismo aferrado a los surcos de las montañas. Algo tan sencillo como una estampa, algo tan complejo como vender belleza.
El Geoparque de Granada es un territorio que comprende tres comarcas, 47 municipios y que lucha por mostrar unidad. Se acabaron las guerras por cuenta ajena y los esfuerzos enfocados en vender solo un municipio. En mitad del desierto, quieren ser destino turístico y ya han creado la marca. Ahora les falta el sello que les dé el empujón internacional.
Una pareja de Madrid pasea con su perro un jueves de noviembre por los dólmenes de Gorafe. Han conocido la zona por el programa de Cuatro de Jesús Calleja. Todos hablan de un antes y un después de este impulso televisivo en 'prime time'. Un vuelo por este patrimonio geológico que es tan diverso como infinito. Tienen algo único y se lo creen y ahora diseñan la estrategia para venderlo. Lo que intentan es demostrar lo único del paisaje y que ya saben funcionar como Geoparque. La Unesco valorará que sean los propios vecinos los que tengan que lucir y vender su territorio.
Hace 20 años ya se hablaba de Geoparque, que es un paisaje impactante donde además se observa el paso de la prehistoria, en concreto, del periodo Cuaternario. Estas montañas se pueden definir como la sucesión semidesértica de decenas de miles de cárcavas y 'badlands' rodeados de sierras y las cumbres blancas de Sierra Nevada. Algunas perspectivas son impactantes, como la del mirador del Fin del Mundo: inmensidad, llanuras, montañas erosionadas y colores de tierra que parecen de otro planeta. Pero aquí. En los territorios de Guadix, Baza y Huéscar.
Manolo Aranda es empresario turístico y atraviesa el Geoparque con su 4x4, con ese ligero balanceo que provocan los baches o lo salvaje del terreno, en este caso. Todo parece virgen. Y entra en juego la imaginación. Habría que pensar en una gran llanura africana llena de animales y en cómo el agua del mar creo los surcos en las montañas que hoy están intactos porque llueve poco. Entre todos idean cómo vender esta joya geológica que le gusta al turista estándar y le encanta a los amantes de la geología, según reconocen por allí.
El Geoparque de Granada presentó su candidatura para formar parte de la red mundial de la Unesco en 2017 y la resolución será en abril de 2020. Se trata de un sello de calidad que introduce a este espacio turístico en circuitos de difusión. Cuenta la diputada de Empleo y Desarrollo Sostenible, Ana Muñoz, que los evaluadores de la Unesco ya han visitado el Geoparque granadino para hacer un primer examen y que se obtuvo un sobresaliente.
Este territorio ha empezado a funcionar como destino turístico y a realizar actividades educativas o científicas alrededor del Geoparque. Uno de los requisitos para obtener este sello mundial es que los habitantes se lo crean y sepan transmitirlo.
En la Unesco están encantados con el Geoparque granadino. Lo presentó Diputación en Nueva York y se ganó la invitación para lucir este proyecto en unas jornadas de sostenibilidad de la ONU. «Se quedaron alucinados y es que no es solo una candidatura, es una forma de trabajar en políticas de desarrollo sostenible, que permitan a estos habitantes mejorar su calidad de vida», apunta Ana Muñoz.
Los empresarios turísticos reconocen se ha notado que el Geoparque haya empezado a funcionar como una marca turística. También se ha traducido ya en visitantes. En 2017, esta zona recibió a 109.947 turistas y el año pasado fueron 201.156 y esto solo acaba de empezar. Las cuevas de Baza, Benamaurel, Orce, Galera, Castilléjar, Guadix, Benalúa y Purullena, los balnearios de Graena, Alicún de las Torres y Zújar, los conjuntos históricos, el mirador del Jabalcón y la pasarela de la Cerrada del Río Castril, son algunos de los muchos atractivos de este inmenso Geoparque.
Un desierto como puerta
Volvamos a ese territorio. Gorafe es un pueblo con desierto que se ha hecho famoso por tener instalada una casa con paredes de cristal. Con este reclamo y ese paisaje, las 'influencers' pusieron este rincón granadino en el mapa de las tendencias. Es la puerta a este Geoparque, un municipio rodeado de montañas arcillosas y moldeadas por los años que representa el impulso y las ganas por querer vivir de este recurso turístico.
En Gorafe hay 120 camas turísticas y 380 vecinos. Tiene 474 cuevas, las viviendas típicas de esta zona que hacen también de hotel exótico. Tiene cinco negocios de hostelería y un espectáculo flamenco, en Casa Juana, todos los sábados. Al abrigo de este actractivo montañoso acaba de abrir una tienda de souvenirs a la entrada del pueblo. La regenta Connie, que es holandesa, y que quedó atrapada por la belleza de este desierto que tiene más vida que nunca desde hace dos años. «Soy una enamorada de la zona», confiesa esta empresaria que tiene su tienda como campamento base desde la que ofrecer rutas en 4x4, en parapente o en globo.
El centro de interpretación megalítico de este municipio ya tiene 5.000 visitas al año y su alcalde, Miguel Pérez, quiere instalar ahora un área de pernoctación de caravanas. También viven de las estrellas. «La gente del pueblo se lo cree y lo vende. Hemos pasado de ser un secanal a entender que somos un desierto», expresa el alcalde. «El Geoparque es un proyecto a 20 años vista. Tenemos que atraer al público nacional y también al de centroeuropa. Granada debe vender la Costa, la Alpujarra, la Sierra y su desierto», cuenta el regidor de Gorafe que cree que tener el sello de la Unesco supone ser Patrimonio de la Humanidad Geológica.
Este joven alcalde cuenta que presume de cielo y explica que tienen un centro de interpretación para fomentar el turismo astronómico con el que se ha ganado la certificación de parque estelar. En estas montañas se ha rodado ya un anuncio de una conocida franquicia de ropa, han despeñado un nuevo modelo de coche para demostrar su resistencia en otro spot y, además de salir en la serie Black Mirrow, ahora es escenario de una serie del espacio de producción inglesa en la que una nave aterriza en el desierto. Consiste en sacarle partido a estos vestigios prehistóricos desde la unión. Ahora no son tres comarcas, son una serie de recursos turísticos unidos en una marca. En el centro paleontológico de Fonelas se puede observar el paso del tiempo en forma de huesos históricos de animales.
El Geoparque es el espacio perfecto para observar el Cuaternario y tiene 72 yacimientos geológicos. José Antonio Garrido es encargado de campo de la Estación Paleontológica del Valle de Río Fardes, en Fonelas y señala que una de las riquezas del Geoparque es poder analizar el mejor afloramiento de Europa de esta etapa de la prehistoria.
Mil especies diferentes
En este museo, en lo alto de una colina desde la que se divisa un paisaje que parece un cuadro, se pueden conocer cómo eran los animales que habitaron este territorio. Ahora dice que hay mil especies diferentes y que cada día le sorprenden, como hace poco que conoció a una araña 'nueva'.
José Antonio adapta su discurso a un catedrático, que visita ese día el centro, y a los escolares. Es su gran virtud. «Hay gente a los que les gusta mucho esto. Hay que atraer al público en general y también esos frikis, que son los mismos que planean un viaje por ver un bosque de robles», indica el encargado de la Estación Paleontológica.
Manolo Aranda, propietario de un complejo de cuevas Tío Tobas en Alcudia, explica cómo el Geoparque se empezó a comercializar hace 20 años para viajes de incentivos de empresas. «Querían emociones fuertes y conocer cosas muy diferentes», señala y recuerda cómo empezaron a recorrer los turistas estas montañas con historia que están a punto de escribir otro capítulo: el de convertirse en Geoparque de la Unesco, para llegar al mundo entero.
«La gente antes odiaba esto porque era hambre. Ahora, es lo contrario»
En un territorio lleno de 'badlands', con más de 25.000 casas cueva, los empresarios turísticos fabrican un producto nuevo, que no es más que darle forma y unidad a lo que ya tenían. Ahora hay un póster que muestra todos los centros de interpretación juntos cuando antes se vendían por separado. Lo que era un secarral, ahora ha dado fruto. «Antes esto no gustaba; para la gente del campo representaba hambre y ahora, es todo lo contrario», señala José Antonio Garrido, el técnico de la estación paleontológica de Fonelas.
Manuel Aranda, empresario turístico, cuenta que, recientemente, un jueves, se quedaron sin vehículos 4x4 para recorrer el Geoparque. «Necesitamos empresas que aporten más coches de este tipo», expresa Aranda que ha puesto una tienda de productos típicos de esta tierra en el centro de Guadix.
Aranda, de los pioneros de la zona, calcula que puede haber unas 2.000 empresas turísticas en el Geoparque y una decena de negocios de turismo activo. Todo está en expansión y los jóvenes se animan a ser guías de la tierra que les ha visto crecer.
José María Pérez y Antonio López representan a las nuevas generaciones que han visto que pueden vivir del Geoparque. Tienen una empresa de rutas turísticas y de viajes escolares. «Está empezando a funcionar, vendemos paquetes completos que comercializamos nosotros mismos», cuentan estos dos chicos que tienen su empresa en Guadix, Azimut Sur.
Todos venden la exclusividad de esta zona y confían en un impulso aún mayor cuando pase el filtro de la Unesco y se difunda por sus canales de amantes de Geoparque. Ahí, seguro, estará el de Granada.
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