Steven Holl | Profesor de Arquitectura en Nueva York

«La atemporalidad de la Alhambra es inspiradora para los arquitectos»

–Le Corbusier dijo que la arquitectura «es la máquina de la felicidad». ¿Somos realmente felices en nuestras casas o lo somos gracias a las experiencias que vivimos en ellas?

–Ante la pregunta de ¿cuál es el sentido de la vida?, un dicho chino afirma: planta un árbol, construye una casa. Una casa se convierte en un hogar con la experiencia de vivir. Los habitantes disfrutan de los espacios poéticos a la luz del día, desde el amarillo pálido del amanecer hasta el azul profundo del crepúsculo. Es un recipiente para la imaginación, para las risas y las emociones. Una habitación puede ser una ensoñación.

–¿Cómo definiría el edificio perfecto?

–Como somos imperfectos, creo que no existe el edificio perfecto. Sin embargo, el potencial de la arquitectura para dar forma a la experiencia y a la forma en que vivimos podría conducir a una interrelación perfecta de mente, cuerpo, cerebro, entorno y mundo.

–¿Qué lugar ocupa la arquitectura en la evolución urbana de ciudades como Nueva York o Granada?

–El nervioso caos metropolitano de Nueva York difícilmente puede compararse con la tranquila inspiración de la Granada urbana. Creo que Granada ha conservado su urbanidad poética, mientras que en Manhattan chirría una plétora de nuevas torres de cristal para promotores.

–No es la primera vez que visita Granada. ¿Cómo definiría su arquitectura?

–Granada es un escaparate urbano inspirador, rico en obras arquitectónicas renacentistas, góticas y moriscas, articuladas colectivamente soportando espacios urbanos. Es una rara alegría urbana.

–¿Qué ha aportado la Alhambra a la historia de la arquitectura?

–La fusión de paisaje y arquitectura, así como la fusión de lo musulmán y lo cristiano. Todo ello subyace en este misterioso palacio cuya arquitectura ha inspirado a generaciones de arquitectos con sus lecciones atemporales.

–Granada también cuenta con maravillosos ejemplos de arquitectura contemporánea. ¿Qué opina del edificio de CajaGranada de Campo Baeza?

–Este edificio es un espacio arquitectónico tan inspirador que hicimos un vídeo especial para nuestra web 32BNY, 'The absence and presence of function: Steven Holl on Alberto Campo Baeza', que puede verse en línea. El arte de la arquitectura existe, independientemente de la función: fantástico.

–Imaginemos. ¿Qué proyecto le gustaría diseñar en una ciudad como Granada, referencia cultural en el sur de España?

–Tenemos con nosotros a nuestros doce estudiantes de posgrado de la Universidad de Columbia centrados en un proyecto ideal que me gustaría diseñar: una pequeña capilla no confesional para obras de cámara y conciertos de música experimental. Los estudiantes presentarán sus seis proyectos en Columbia, en Nueva York, el 25 de abril.

–Hablemos de la conferencia que ha dado en la Escuela de Arquitectura de Granada. ¿Qué importancia tiene la intuición en el espacio construido? ¿Y la experiencia?

–El gran maestro Alvar Aalto describió cómo empezaba un proyecto. Y empezaba primero con un estudio profundo del lugar y el programa. Luego lo dejaba todo a un lado y hacía bocetos libres siguiendo su intuición. La intuición es crucial para activar todas las sinapsis del cerebro, la mente y la mano para dibujar y hacer lo que Louis Sullivan llamaba «el germen de la semilla», que da comienzo a una obra de arquitectura. Por cierto, Sullivan dijo que vivir la Alhambra fue una experiencia importantísima en su desarrollo como arquitecto.

–¿Qué consejo le daría a un arquitecto que se enfrenta a su primer proyecto tras terminar sus estudios universitarios?

–Después de los estudios universitarios, la mejor experiencia sería trabajar en una oficina pequeña con jefes de gran talento y dedicación. Aquí puedes aprender el proceso interactivo en modelos e ideas, y el tiempo que se tarda en llegar a una obra fina. Enfrentarse a un proyecto nada más terminar los estudios en solitario es muy difícil y rara vez da como resultado la excelencia.