Un atasco «como los de hace veinte años» en la Autovía de la Costa
Una colisión con cuatro coches implicados y seis heridos leves causó un colapso de tráfico kilométrico en el que quedaron atrapado cientos de conductores
Hubo un tiempo no tan lejano en el que para llegar a la Costa de Granada había que circular por un tramo de carretera conocido ... popularmente como los 'Caracolillos de Vélez'. Era una sucesión de curvas retorcidas como la mente de un asesino en serie. Ese enredo era el más memorable de los obstáculos que ofrecía a los automovilistas la antigua N-323. Bajar o subir del litoral era casi una hazaña. Era el turismo de aventura antes de que se inventase el concepto. Los atascos era apoteósicos y un infierno para los impacientes. Pero eran tan habituales que lo raro era lo contrario, es decir, llegar al destino del tirón.
Esa situación fue cambiando paulatinamente con la perezosa apertura de la A-44, conocida también como la Autovía de la Costa Tropical. La construcción de cada tramo iba acompañada siempre de excusas y promesas incumplidas. Yasí estuvo Granada durante un par de décadas, metafóricamente atrapada en aquellos endiablados 'Caracolillos de Vélez'.
Hubo un tiempo en el que para llegar a la Costa había que circular por un tramo de carretera conocido como los 'Caracolillos de Vélez'. Era una sucesión de curvas retorcidas como la mente de un asesino en serie
Pues bien, y según varias de las personas que lo sufrieron, este pasado domingo, 20 de agosto, decenas de conductores tuvieron que soportar un irritante regreso al pasado. «Fue un atasco como los de hace veinte años», describió una usuaria de la A-44 que hablaba con conocimiento de causa porque fue también una sufridora de los históricos colapsos de la vieja N-323.
La pesadilla comenzó poco antes de las diez de la noche. Cuatro coches chocaron y se lió parda. Fue una colisión por alcance, Un vehículo embistió a otro por detrás y dos más se sumaron instantes después.
Seis personas resultaron heridas leves, según la información facilitada por la Guardia Civil, que, a fin de cuentas, es lo importante. Solo una mujer tuvo que ser trasladad al Hospital Clínico San Cecilio, aunque su estado no parecía revestir gravedad.
Las obligadas tareas para atender a los perjudicados y despejar la vía fueron generando un tapón en el carril en dirección a Granada que acabaría por paralizar prácticamente el tránsito de vehículos. Lo cierto es que todo se confabuló para producir el notable embotellamiento. Era el domingo de un fin de semana de agosto, el mes vacacional por antonomasia y decenas de residentes temporales en las playas granadinas regresaban a sus domicilios habituales. «Mira que decidimos salir un poco tarde para evitar precisamente los atascos, pero ocurrió el accidente», se lamentaba otro afectado.
Además, ya había anochecido. Y la falta de luz natural suele complicar los problemas.
Para acabar de arreglarlo, fue un siniestro múltiple: cuatro automóviles se vieron implicados en el choque y seis personas lesionadas. Todo ello sumó para causar un embotellamiento que alcanzó los siete kilómetros a la altura de la localidad de Dúrcal.
Una hora y media
La obstrucción del tráfico se prolongó durante unos noventa minutos, según los cálculos de la Guardia Civil.
«Normalmente hacemos el trayecto entre Motril y Granada en menos de una hora. Y el domingo tardamos más de dos. Durante veinte minutos estuvimos totalmente parados», recalcó la conductora que accedió a contar su experiencia a IDEAL.
La sombra de los 'Caracolillos de Vélez' se cernió el domingo sobre la A-44.
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