Área Metropolitana de Granada

Una vivienda deshabitada del casco viejo de Santa Fe será derribada por seguridad

La vivienda unifamiliar está ubicada en el número 5 de la calle Noria, perpendicular a la plaza de España, en pleno centro histórico. Cuenta con una planta de altura y linda por dos de sus cuatro lados con otras tantas viviendas. Una tercera es la fachada a la propia calle Noria y la otra hace esquina con la Ronda de Belén.

Fue precisamente un vecino que linda pared con pared con esta vivienda el que dio la voz de alarma al escuchar hace dos noches unos fuertes crujidos, explica el jefe de la Policía Local de Santa Fe. «Son casas que tienen ya cerca de ochenta años, y están construidas con vigas de madera que crujen al empezar a deformarse», apunta el agente.

La intervención de la Policía Local fue inmediata. Se personaron en la  calle Noria y comprobaron que la fachada presentaba unas grietas de consideración y que, además, el tejado de la vivienda se había hundido y tenía un gran agujero en su parte central que amenazaba con terminar de caer al suelo.

«Además, comenta un vecino, las palomas se posan en las vigas y cada vez que lo hacen algunas maderas más del tejado caen al suelo, con lo que en principio estábamos asustados», recuerda. De ahí al intervención fulminante de la Policía Local de Santa Fe para acordonar todo el perímetro de la vivienda.

No fue la única medida organizada. Los peritos municipales acudieron a primera hora de la mañana de ayer para analizar el estado del edificio y anunciaron que debe ser demolido. Para ello, se ha abierto el necesario expediente y se seguirán los plazos adecuados. El propietario de la vivienda está al corriente de todo el proceso.

Los peritos también examinaron los edificios aledaños y comprobaron que no presentan daño alguno en sus estructuras, con lo que la seguridad está garantizada. Queda que la compañía eléctrica Endesa se persone en el lugar para quitar los cables que van de edificio a edificio, para ello deberán plantar un poste eléctrico. «Hasta que no venga Endesa no dormiré tranquila», compartía una de las vecinas.