Pionera ceremonia de graduación en Alhendín de los alumnos de educación de adultos
El teatro del municipio acogió este miércoles un emotivo acto para celebrar que unos 150 estudiantes de distintos puntos de la provincia, de entre 17 y 72 años, han superado sus estudios
Graduarse no tiene edad. La vida da muchas vueltas y siempre hay tiempo para retomar los estudios. Así lo han demostrado los alrededor de 150 ... alumnos del CEPER Ginés de los Ríos -que está en La Zubia- que han completado satisfactoriamente la formación de adultos recibida en las aulas de Educación Permanente que existen en distintos puntos de la provincia, y que este miércoles celebraron su ceremonia de imposición de becas y recogida de títulos en el Teatro Municipal de Alhendín.
«Es la primera vez que celebramos la graduación en adultos y somos pioneros en la provincia en organizar una ceremonia en esta etapa», asevera la profesora Esther Martínez, para detallar que los pupilos que protagonizaron el acto han asistido a clases en las aulas de la secciones María Zambrano de Armilla, El Temple de Cacín-El Turro-la Malahá, Francisco Alba de Gabia la Grande, Genil de Guéjar Sierra-Quéntar, La Vega de Churriana de la Vega, La Zubia, Huétor Vega, Monachil, Montevive de Alhendín y Vegas Altas de Ogíjares-Gójar-Dílar-Otura.
El emotivo y pionero acto, que arrancó a las 19.00 horas con la intervención del director del CEPER Ginés de los Ríos, Esteban Maldonado, contó con la presencia del profesorado, que ensalzó el esfuerzo de los graduados, de edades comprendidas entre los 17 años y los 72, para lograr sus metas formativas.
La mayoría de los estudiantes han completado la ESO de adultos -otros se han formado en idiomas- y algunos de ellos piensan ir a la universidad, como José Borrás, que a sus más de 70 años y después de toda una vida como autónomo, pretende estudiar Derecho, según indica orgullosa su profesora. «Pepe ha aprobado la selectividad de adultos, la de mayores de 45 años, y quiere hacer Derecho o Ciencias Empresariales», desvela la docente.
Otras de las graduadas fueron Nyria Meneses Muñoz y Olga Rodríguez Ramírez, que han destacado «por su excelencia, no sólo académica sino humana», resalta la porfesora, para quien es «una satisfacción muy grande, como si me tocara la lotería».
En el grupo de graduados hay un porcentaje elevado de mujeres que tuvieron que dejar sus estudios por razones familiares o de trabajo, según detalla Ether Martínez, que considera un «regalo» que sus alumnos alcancen sus objetivos. «Su éxito es nuestro éxito», expresa, para ensalzar la labor realizada a la hora de organizar el acto por parte de dos compañeras: Ana Gómez Rubio y Mercedes Villalobos Revelles.
Una vez culminó la ceremonia, los graduados de cada sección se fueron a celebrar sus logros con sus profesores, para quienes tuvieron asimismo palabras de agradecimiento sobre el escenario.
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