Fallece a los 45 años Mariade, el «alma» del equipo de madres de Alhotur Basket
Su pérdida repentina por un infarto ha conmocionado a su familia, amigos y compañeras del grupo deportivo
Para el entorno de Mariade Fernández, fallecida este jueves por un infarto de forma repentina, la vida hoy es incomprensible. Hace dos días reía con ... sus dos hijas pequeñas y su marido y ya no está. Así de fulminante y cruel. En el pueblo en el que vivía, Alhendín, no dan crédito a lo ocurrido. Se ha ido demasiado pronto.
Mariade se apuntó la temporada pasada a Alhotur Basket, equipo fundado hace tres años y que cuenta con una decena de grupos entre Alhendín y Otura. Uno de ellos, el Senior femenino, acoge principalmente a madres que quieren evadirse a través del deporte. En él estuvo jugando estos meses Mariade, y en él se hizo indispensable. Así lo explica su entrenador, Javier Mesa, que explica la «gran suerte» que han tenido de conocerla. El equipo entero está destrozado. «Era de esas personas buenas que irradian felicidad allá por donde van, era imposible llevarse mal con ella. Su risa era contagiosa, todo le parecía bien y siempre ofrecía su apoyo. Se va el alma y la luz del equipo, duele mucho», destaca.
Mariade ya había realizado la prescripción para jugar la próxima temporada, ya que agradecía profundamente esos ratitos jugando que tanto le alegraban. Su hija mayor, de siete años, también está apuntada en uno de los equipos infantiles. Una de las compañeras de la mujer fallecida es Susana, fundadora del grupo Senior femenino, que explica a IDEAL el profundo dolor que sienten las diez mujeres que jugaban con ella. «Estamos devastadas, se va el alma del equipo. Era todo amor, cuando acabó la temporada parecía que lleváramos toda la vida juntas. Me llevé a una amiga, es de esas personas de las que piensas: qué suerte haberte encontrado, no te quiero soltar nunca», asegura emocionada.
A Susana le faltan palabras para describir la bondad de Mariade. «Era generosidad en estado puro, unía el grupo y siempre tiraba de nosotras con una sonrisa», añade. No quieren ni imaginar cómo será el primer día de entrenamiento sin ella, el pilar del grupo. Mariade siempre será la mujer que desprendía luz. Así la recordará su familia, sus amigos y sus compañeras de baloncesto, ese deporte que la hacía feliz. Descanse en paz.
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