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Aplaudida respuesta de una cafetería de Granada a una crítica por la ropa de sus camareras

Sin embargo, la cafetería hueteña se ha encontrado con un cliente insatisfecho y «maleducado». En las últimas horas se ha hecho viral, gracias a que la cuenta de X, antiguo Twitter, 'Soy Camarero', que se encarga de denunciar la situación de precariadad del sector y de denunciar el maltrato al colectivo por parte de muchos clientes, la respuesta del establecimiento.

El usuario asegura en su comentario que «el sitio no es malo pero las camareras no valen nada». Señala que tardaron más de 40 minutos en servirle el desayuno a pesar de que el local estaba «medio vacío», pero lo que ha indignado a los responsables del establecimiento es los comentarios posteriores: «Lo de tener a las trabajadores bien embutidas en sus mallas marcando mercancía, eso sí lo llevan a rajatabla. A lo mejor para los pueblerinos eso les funciona, pero yo voy a desayunar, no a que me tomen el pelo». Después de insistir en otra serie de cuestiones, añade que «si queréis ver mujeres en mallas marcanzo ciezo y potorro es vuestro sitio».

El propietario de Bellavista Pastelería & Heladería no ha dudado en contestar al comentario. «Desagradable es quedarse corto». Señala que cualquier comentario sobre el buen o mal servicio es «respetable», pero «no vamos a consentir que falte al respeto a nuestras empleadas», responde con rotundidad. Señala que estos comentarios son «machistas, desagradables y vomitivos». Por último, le invita a no volver a su negocio.

Rocío Ruiz, la encargada de Bellavista, explica a Ideal que «ni siquiera sabemos quién es», pero tiene claro que «no es un cliente habitual». Apunta que cuentan con una buena cartera de consumidores asiduos muy satisfechos con su servicio y otros muchos que vienen de fuera, que «trabajan temporalmente en la zona o están de paso». Y este puede ser el caso. Va más allá y cree que el comentario proviene de «una mujer».

La empleada reconoce que se ha visto sorprendida por esta reseña, entre otras cosas porque «nada de lo que dice es verdad, ni lo de que tardamos 40 minutos en servir el desayuno ni lo de las camareras». «Me parece increible, una pasada» lo que dijo este cliente o clienta de la indumentaria de las camareras del local, admite, una situación que está «fuera de lugar» completamente.

Desde que se conoció este caso en redes, no han parado de llegarles «mensajes de apoyo» de muchos clientes y vecinos, que conocen el negocio y a sus trabajadores y que no pueden entender que se cuestione ni la integridad ni la solvencia del servicio que esta cafetería, con muchos años de funcionamiento en el pueblo, lleva ofreciendo.