Adiós a un hombre brillante, generoso y pragmático
Decir su nombre llenaba de tranquilidad cualquier duda o consulta que hubiera que solucionar
Antonio Alaminos
Viernes, 10 de marzo 2023, 00:12
¡Qué difícil escribir un obituario sobre mi cuñado Pepe! Brillantez y humildad, bonhomía y afecto. Todos nos hemos quedado desorientados y turbados por el ... fallecimiento repentino de José Francisco Tenorio Urrios, de Pepe, para la familia y amigos. Había salido a dar un paseo y en un parque muy cerca de su casa en Madrid le sorprendió el óbito a los 71 años de edad. Había estado aquí recientemente y tenía la maleta preparada para venir a Granada en 48 horas a pasar unos días, como era su costumbre. La maleta se ha quedado sin deshacer.
Lo bautizaron en la Virgen de las Angustias y desde muy pequeño estudió interno en el colegio San Estanislao de Kostka de los Jesuitas en Málaga (El Palo), siendo muy brillante en Matemáticas y Física, pero sobre todo en compañerismo y bondad. Sin duda tenía dotes de superdotado que le sirvieron para ayudar a sus compañeros cuando, con frecuencia, acudían a él para comprender y desarrollar los problemas. Luego vinieron los años de estudio de Ingeniería en el ICAI, y más tarde también los de Derecho.
Allí en Madrid conoció a su esposa, María del Mar, y tuvo a sus tres hijos, Verónica, Pepe y Marta. Casados los dos últimos con Julia y Pablo, respectivamente. Trabajó como ingeniero superior industrial para Hidroeléctrica Española, terminando en altos cargos de gestión en Iberdrola, hasta su jubilación.
Sus seis hermanos María del Carmen, María Rosa, María Francisca, Juan Ignacio, María Angustias y María Esperanza; y sus cuñados y sobrinos; siempre lo recordaremos en las celebraciones familiares en la granadina Huerta de San José, en la Chovada de Villajoyosa, o alrededor de los chocolates con churros, de las habas con jamón o de los arroces, que hacían que la familia se reuniera para que, con su proximidad, se trasluciera el cariño del conductor del chacachá del tren que tantas veces hemos bailado.
Decir su nombre llenaba de tranquilidad cualquier duda o consulta que hubiera que solucionar. Pepe fue una persona muy querida y conocida, tenía una presencia y expresión especiales que transmitían la paz de un hombre generoso, pragmático y entendido, lleno de sencillez y amor a la familia.
Había dejado dicho que cuando le llegara la hora, siempre pensando en un futuro lejano, lo trajeran a su querida Granada para ser sepultado en la bóveda del cementerio de San José, donde descansan sus abuelos y sus padres, el ginecólogo José Tenorio Castilla y Paquita Urrios García de la Serrana. En los funerales celebrados en Granada, Madrid y Málaga la emoción de todos los asistentes ha sido patente. Sus nietos África, Santiago, Lola y Olivia quisieran volver a jugar con el abuelo Pepe, que descansa en la paz del Señor.
Has sido el primero en irte y se podrían decir tantas cosas buenas... Te echaremos de menos siempre, Pepe. D.E.P.
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