Hay muchas cosas en las que pensar. En la pandemia perdí a mi abuela y no pudimos despedirnos de ella. Vivíamos a diez mil kilómetros ... de su casa, que desde hacía años era el único mundo que pisaba. Dormía mal, se levantaba temprano y leía el diario todas las mañanas, sentadita en un sofá que tenía la forma de sus huesos. Desayunaba su escaso no sé qué. Se vestía con lentitud ancestral. Entonces esperaba a su única visita.
Hay muchas cosas en las que pensar: fruncimos el ceño, la vida nos pincha y rezamos para que, además de pasado, nos inocule algún futuro. Mi abuela sufrió un trombo repentino y la internaron en un hospital al que estaba prohibido llegar. Los vuelos de mi padre se fueron cancelando uno tras otro, como una agonía. No se atendió a certificados médicos ni razones humanitarias. El protocolo era el protocolo. Las redundancias no salvan a nadie.
Miro la foto de esta hermosa y pensativa abuela. Me pregunto adónde mira. Probablemente adentro. Su cabello humea recuerdos, echa raíces en todo lo vivido, y eso cómo explicarlo. Su blusa de lunares parece más joven que ella o, mejor dicho, revela su edad interna. Me gusta imaginar que se la regaló una nieta o una hija. Nuestra señora junta ambas manos con paciencia firme, quizá porque sabe que una necesita cuidar de la otra, que mantener cierta autonomía es cosa de vida o muerte. La flanquean tres cuerpos amables y cercanos de los que la separa un abismo. La están ayudando, sí. Necesita esa ayuda. La agradece. Pero quién va a salvarla de llegar adonde ha llegado.
Hay muchas, demasiadas cosas para recordar. Por culpa de un virus temible, pero también del pánico humano, que es un plaga no menos incontrolable, mi abuela no pudo conocer a mi hijo. A veces llamaba por teléfono a alguna amiga para hablarle de su bisnieto, de lo mucho que lo quería, de lo guapo que era, a pesar de no haberlo visto nunca. Pidió que le compráramos la sillita en la que todavía come.
La realidad maneja los finales con crueldad narrativa. Despedirse es la única manera de humanizar el tiempo.
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