Edición

Borrar
Esta fotografía formó parte de un reportaje sobre las víctimas de las mafias del asilo que se publicó en estas páginas el pasado 3 de febrero. Pepe Marín
Ancestros extranjeros
Con otros ojos

Ancestros extranjeros

Domingo, 16 de febrero 2025, 00:43

Mi bisabuelo Jacobo huyó de Kamianets, en la actual Ucrania, para evitar el servicio militar en Siberia que la Rusia zarista les imponía a los ... jóvenes judíos de familias pobres. Nadie volvía de aquel pogromo encubierto, así que sus vecinos solían mutilarse con tal de quedar exentos. Cuentan que mi bisabuelo consiguió robar o comprar el pasaporte de un soldado alemán de apellido Neuman y, con esa identidad inventada, se embarcó a Buenos Aires. Así se salvó esa rama de mi familia paterna, que permaneció casi un siglo en Argentina y hoy vive, trabaja y tributa en España desde hace décadas. Mi bisabuela Isabel nació en un lugar de La Mancha de cuyo nombre nunca quiso acordarse. Su infancia le deparó una casa precaria, las brutales palizas paternas, una fuga del hogar, una azarosa travesía por el Atlántico y, siendo aún casi una niña, trabajos como limpiadora en la misma ciudad donde yo nacería. Isabel se casó allí con mi bisabuelo Jacinto, cuyo frágil documento de identidad guardo en mi casa de Granada como una reliquia: «Nacido en el pueblo de: Coruña, provincia de: Coruña, nación: España». Esa rama de mi familia materna permaneció casi un siglo en Argentina antes de volver a España, perpetuando los ciclos migratorios que suelen darle forma a cada familia, cada país del mundo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Ancestros extranjeros