Adiós a un hombre íntegro y perfeccionista

Profesor emérito y catedrático del área de Ingeniería Civil de la Universidad granadina, fue director del Centro Andaluz de Medio Ambiente (Ceama) y del grupo de investigación en Dinámica de Flujos Ambientales. Nació en Salamanca y se crió en Bilbao. La carrera la estudió en Madrid. Tras varios trabajos en otras universidades –incluido el de profesor visitante en Estados Unidos– llegó a la Universidad granadina a finales de los noventa. Santander también fue clave en su vida.

«Un hombre íntegro, amigo de sus amigos y siempre dispuesto a echar una mano al que lo necesitara y también exigente en lo profesional hasta rayar la perfección». Es como le recuerda Juan Manuel Santiago, ahora director de la Escuela de Edificación de la UGR. Losada le dirigió su tesis. Después fueron muy amigos. «Era una persona coherente con sus ideas hasta el extremo», rememora Santiago, al tiempo que cuenta que sus jornadas de trabajo eran maratonianas. Losada fue un gran deportista, la bicicleta fue su pasión durante muchos años; un gran melómano y aficionado a la poesía.

«Yo me defino como un ingeniero al que le gusta aplicar el conocimiento científico», declaraba en la revista del entonces Ministerio de Fomento, en noviembre de 2018, con motivo del Premio Nacional de Ingeniería Civil. El jurado le definió como «un indiscutible referente» de la ingeniería marítima y portuaria. Intervino en muchos proyectos. En la ampliación de El Musel, el puerto de Gijón, por ejemplo, fue considerado como el cerebro, pero él decía que era un asesor más del equipo.

La Universidad granadina se sumó ayer, a través de un mensaje en redes sociales del rector, el Consejo de Gobierno y la comunidad universitaria, «al dolor de su familia por tan irreparable pérdida». El Ministerio de Transportes, en su pésame a los familiares y amigos, destacó su destacada carrera como docente, investigador y proyectista. Tres palabras claves en la vida de Losada que siempre ejerció y defendió con su profesionalidad.