«El alquiler turístico deja un 20% más que el normal, pero da mucho trabajo»
Dos de los líderes del colectivo de propietarios de viviendas con fines turísticos defienden que «lejos de crear conflictos» esta actividad «ha salvado» barrios como El Realejo
Como abogado de un despacho que solventa conflictos de las viviendas turísticas y se encarga de su gestión y como propietario de varias en la ... capital, Tomás Segura es todo un experto en la materia. Por ello, la plataforma Airbnb lo ha nombrado «líder de su comunidad» en Granada, una especie de representante de los propietarios de los alojamientos ofertados en este portal de referencia.
Para Segura, el principal factor que explica el crecimiento espectacular de los pisos turísticos, con un aumento del 30% en el último año en Granada, es la rentabilidad, que analiza tabla de Excell en mano. «Actualmente están saliendo un 20% más rentables que los alquileres de larga duración y por inercia mucha gente se está apuntando al negocio, pero ojo, esto tiene también mucho trabajo», explica el letrado.
En este sentido advierte que hay que poner en contexto los gastos, el rendimiento y la dedicación que conllevan. «Aquí se pasan nervios a diario, cuando te dice un turista de Islandia que llega a las cuatro de la mañana a Madrid y que no sabe cuándo podrá estar en Granada... vives pendiente», esgrime.
«A punto de coger la curva»
En opinión del experto, el negocio de los pisos turísticos en Granada «está en el pico y a punto de coger la curva» de descenso «porque ya estamos muchos». «Pero los pisos turísticos no solo no están creando conflictos en Granada sino que han salvado barrios como El Realejo o el Albaicín, donde las familias ya no querían vivir, que se estaban degradando y que sin el boom de los pisos turísticos hoy serían como la calle Elvira», opina.
También subraya los beneficios del modelo Jorge Luque, propietario de un carmen del Realejo reconvertido en vivienda turística, presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos ASATUA y portavoz de una comunidad de 306 propietarios granadinos que comparten grupo de whatsApp. «Las viviendas turísticas están cubriendo un espacio muy necesario en el mercado para un turista que las prefiere a los hoteles, sobre todo los extranjeros», asegura.
En su caso el negocio es su principal actividad, pero también destaca que estos pisos están brindando un ingreso complementarios a muchos propietarios, incluso en el área Metropolitana. «En Granada no hay un problema de saturación y no tememos a la nueva regulación, aunque es verdad que hay gente que ha querido tener la licencia ahora por si se complica obtenerla, porque es un valor añadido para su piso», esgrime Luque. «Las viviendas turísticas reparten la riqueza que genera el turismo, porque se queda en el barrio. Compramos en el súper y contratamos a la vecina que limpia, a la que además pagamos bien y damos horarios flexibles», concluye.
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