La Alhambra del futuro ofrecerá visitas adaptadas a los intereses del visitante
El Patronato adjudicará a principios de año la redacción del plan director, que marcará el rumbo del monumento
La Alhambra comenzará a redactar a principios de 2026 el llamado plan director, la guía que marcará el rumbo de la próxima década en el ... monumento y que vendrá a reemplazar y modernizar el agotado documento aún vigente, que ha marcado las pautas entre 2007 y 2020.
Antes de adjudicar la redacción de este documento, el Patronato de la Alhambra ha realizado conferencias y congresos de expertos para realizar una tormenta de ideas y tener así un punto de partida para dibujar el futuro del espacio nazarí.
El plan tendrá que adelantarse a los tiempos y leer cómo se comportará el mercado turístico y la evolución que necesita tener el vestigo más importante de la historia de Granada. Será meter vanguardia en lo que ya fue vanguardista en su día, como defiende el director del Patronato, Rodrigo Ruiz-Jiménez. Al igual que los constructores alhambreños con los recorridos del agua que se adelantaron a los tiempos, ahora habrá que inventar la Alhambra de 2030, cómo serán sus flujos de visitantes y cómo convivirá esta joya del patrimonio y de la historia con la inteligencia artificial y el resto de avances.
La Alhambra ha acogido este miércoles, también el jueves, un congreso para recopilar la suma de visiones y opiniones que queden reflejadas en el plan director. Después de sesiones concretas, a lo largo del año, sobre patrimonio, sostenibilidad, visita pública o seguridad en monumentos, ahora se conjugarán las ideas de los expertos con la peculiar realidad del monumento nazarí.
Bajo el título 'Repensando el futuro de Alhambra' se recogen estos días las premisas para diseñar la próxima década detrás de los muros de la fortaleza. «Este congreso nos va a aportar la visión de los expertos más importantes del mundo en conservación sobre cuáles son los grandes desafíos para los próximos diez años«, indica Rodrigo Ruiz-Jiménez.
El actual plan director se ha ido llevando a la práctica en las diferentes etapas de Patronato pero ya es momento de renovar la visión del documento porque en estos 18 años -se puso en marcha en 2007- han cambiado todos los conceptos relacionados con el turismo y menos, con la conservación del monumento, en lo que se seguirá siendo conservador pero apoyados por las nuevas tecnologías. Algunas de las ideas del antiguo plan están «muy superadas» y toda realizar un planteamiento nuevo.
El nuevo documento mirará al siglo XXI «pero lo bonito es que la esencia no cambia». «Continúa el gran amor a la Alhambra, el quererla conservar para las próximas generaciones y el centrar el interés no solo en la visita sino en todas las actividades culturales. El monumento pasará de ser un motor de crecimiento para la ciudad a un motor de progreso», expresa Ruiz-Jiménez.
En este nuevo plan contará con la valiosa visión del arquitecto Pedro Salmerón, coautor del documento vigente, capaz de realizar una lectura futurista sin perder de vista el cuidado extremo por la conservación, ya que por sus manos han pasado algunas actuaciones importantes en el conjunto monumental. Satisfecho con la aplicación que ha tenido el plan director, sabe que para la redacción del próximo habrá que tener otros factores en cuenta. «Estamos ante nuevos riesgos climáticos y ante la masificación turística», analiza Salmerón.
Este arquitecto especialista en la Alhambra manifiesta que el mayor recurso de la conservación, los ingresos por la visita, «se están convirtiendo en la mayor amenaza del monumento». Ante esto, «hay que tener visión». Salmerón plantea partir de un punto optimista «y no derrotista» y crear una comisión de seguimiento del plan que vele por su puesta en práctica.
Visita pública y nuevas tecnologías
El director de la Alhambra plantea como dos puntos clave del nuevo documento la revisión de la visita pública y la aplicación de las nuevas tecnologías. «La visita tiene que ir, más que a números, a calidad. Tiene que ser una experiencia mágica, tenemos que subir como si fuese una pirámide hasta llegar a lo que le interesa a cada persona que entra en la Alhambra. Tiene que ser personalizada y generar una emoción, tiene que estar hecha a medida para cada uno», explica Ruiz-Jiménez.
Para personalizar la visita se tirará de tecnología, de big data, y se tardará años en diseñar diferentes recorridos, tiempos e intereses, en un nuevo recorrido que modifique los flujos (cómo se desarrolla el recorrido) y los cupos (el número máximo de visitantes que entran al año). «Hay gente que le puede gustar la Alhambra de los ingenieros, cómo funciona el agua, cómo se construyeron las torres, la geometía, la historia, el arte», describe el director del Patronato.
La tendencia en la conservación «será preventiva» y que los visitantes sepan que es algo que depende mucho de ellos, según argumenta Ruiz-Jiménez. Para realizar este plan de rehabilitaciones se hará un mapa de calor de la conservación «para tener claro dónde están los puntos más débiles, los puntos más fuertes y poder aplicar este tipo de tecnologías y ser más proactivos», concluye Ruiz-Jiménez.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión