La alegría que baja con Sierra Nevada
El frescor a lo largo del sendero es buscado por todo tipo de personas
El sueño del deshielo se mantiene fresco en la ribera del río Genil, que baja abundante, caudaloso y con un agua fresca y fría que ... detiene la canícula en la forma verde y frondosa de una vegetación compuesta de arbolado y matorral que crece vívida en los márgenes. La consecuencia es algo que se busca, se necesita, se bebe si se podría y se come con los ojos cuando se divisa.
Se llama sombra y nunca se desgasta, no desaparece, no se compra y no se pierde. La sombra podría incluso ser como la energía, que ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma.
Tres sombras tres
En las distintas fases del día la sombra va cambiando a lo largo de la ribera del Genil y en total puede haber hasta tres sombras tres. Ocurre en esta zona, que por la mañana encuentras la sombra más estrecha, como parpadeando entre las copas del contumaz arbolado.
Al mediodía, feroz este verano con temperaturas altísimas –ya se dice que está siendo el principio del verano más caluroso de la historia desde que hay registros para comprobarlo–, se encuentra más amilanada, como encogida, despistada, pero presente.
Con la caída de la tarde, se muestra en toda su opulencia, con unos rayos de sol debilitados y una sombra que se presta como una madre a abrazar a sus hijos que la buscan. Esta es –la del atardecer–, la sombra pluscuamperfecta, la que permite respirar, estirar los brazos y si acaso, sonreír ante la victoria contra la canícula.
Lo sabe a la perfección Manuel, experto en sombras, granaíno jubilado y disfrutón que conoce al dedillo la senda de la Fuente de la Bicha por sus paseos diarios, incluso, ahora en verano. «Lo mejor son los bancos que hay en la senda junto al río, justo antes de pasar por debajo de la Ronda Sur cuando se adentra en los túneles del Serrallo».
Explica entonces que lo mejor es llegar con tiempo para buscar el banco que se queda en la sombra. «Hay que venir hasta Bola de Oro y luego remontar la senda río arriba. Son pocos kilómetros y hay mucho banco y buena sombra.Además, el sendero está siempre muy animado entre las familias con los peques, los dueños de los perros, que se lo pasan pipa, los corredores, los senderistas y los ciclistas», explica el tráfico de personal que hay en el camino.
Así que se puede disfrutar entre las sombras formadas gracias a unas arboledas de sauces y álamos, masas de enredaderas con campanillas, salicarias, aneas en las zonas de aguas más remansadas, cañaverales y zarzamoras madre naturaleza generadora de sombra para todos.
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