El alcalde retoma la idea de llevar el metro por el Centro
Defiende en el debate sobre el estado de la ciudad que el éxito del medio permite «aventurar» la línea Caleta-Batallas
El metro no ha soplado su primera vela y la reordenación de líneas de autobús todavía ha de aprobar el examen de septiembre. El transporte ... en la capital es aún 'kilómetro cero', pero ya se esboza una idea que transformaría -otra vez- la movilidad en Granada. El alcalde retomó ayer, durante su discurso en el debate sobre el estado de la ciudad, la opción de llevar el metro por el Centro, desde Caleta a Batallas.
Sería la 'línea 2'. La idea tiene 16 años. La impulsó por primera vez en 2002 el entonces regidor, José Moratalla. A finales de aquel año anunció que encargaría a los técnicos de Urbanismo un proyecto para habilitar «otra línea de metro» que conectaría Gran Vía con acera del Casino. Algo similar a lo que ayer propuso Francisco Cuenca.
El alcalde justificó su propuesta en el éxito del metro, con más de ocho millones de pasajeros en menos de un año, y que «no hubiera sido posible de haberse mantenido el gobierno anterior». Una inercia, la del número de pasajeros, que ha hecho que el equipo de Cuenca plantee el crecimiento con proyectos «serios y creíbles» que, dijo, «permiten aventurar» la nueva línea. Una declaración de intenciones de la que el único detalle que ofreció fue su recorrido (Caleta-Batallas) y que permitiría apostar por peatonalizar el Centro. En 2002, aquella iniciativa llegó a pasar del discurso al papel. El proyecto confeccionado por Urbanismo se concretó como alegación al anteproyecto del metro como una línea de 4,2 kilómetros. También Moratalla afirmó que el paso del metro permitiría peatonalizar la zona.
Entre las propuestas de Cultura, Cuenca destacó una ruta por los lugares lorquianos de la capital
Para esquivar los vestigios arquitectónicos de los que está plagado el subsuelo del Centro, el metro circularía en superficie. Aquel borrador quedó aparcado cuando, en 2003, Torres Hurtado llegó a la alcaldía. Los populares pretendieron y reclamaron un metro soterrado que combinara con sus planes de movilidad, pero la Junta de Andalucía no estaba dispuesta a aceptarlo por el sobrecoste y la dilación de los plazos -argumentó- que habría supuesto. La única modificación en el eje fue el bulevar de Constitución y el lavado de cara de Gran Vía.
La 'línea 2' quedó descartada, pero no en el olvido. El candidato a la alcaldía por parte del PSOE para las elecciones municipales de 2007, Javier Torres Vela, lo marcó como iniciativa prioritaria en su programa. Más tarde, en 2009, el edil José María Rueda, bajo las mismas siglas, volvió a pedir al equipo de gobierno que retomara el borrador. Ahora es el PSOE quien ostenta el bastón de mando y tiene la oportunidad de reclamar a la Junta de Andalucía que estudie esta opción. Es una de las propuestas en materia de movilidad -el área se llevó una cuota considerable de la intervención- que Cuenca deslizó ante el pleno, acompañada de menciones a la necesidad de mejorar la calidad del aire y de reprobaciones a la oposición por, según él, no aportar ideas para el nuevo plano de autobuses.
Hizo referencia a otra medida que cayó en el olvido: los domingos sin coche, instaurados a finales de los 90 y finiquitados en 2004. Tras las pruebas piloto, el objetivo es que lleguen para quedarse.
También anunció, tras una petición de Ciudadanos, que el Ayuntamiento trabaja en una tarjeta común que por un precio de entre 50 y 60 euros al mes permitiría utilizar metro, bus urbano y buses metropolitanos. Asimismo, insistió en la petición al Gobierno central para que rebaje la velocidad máxima permitida en la Circunvalación de 100 a 90 kilómetros por hora. Hizo alusión -ante comentarios de la oposición por el fracaso de las bicis amarillas- a la necesidad de incrementar el uso de la bicicleta. Además, propuso que la futura concesionaria del servicio de la ORA instale cargadores para vehículos eléctricos en sus máquinas de tickets.
Entre proposiciones de estudio -más que anuncios- el alcalde insistió en que se mantendrá firme en las reclamaciones al Ministerio de Fomento en lo relativo al AVE: plazos, soterramiento y reconexión por Moreda. Y celebró el despegue del aeropuerto aseverando que, con el PP, el Ayuntamiento habría quedado «fuera de la ecuación». Mismo argumento que aplicó a la llegada del metro.
Ciencia, cultura y turismo
El transporte se llevó el titular -por la 'línea 2'- y la batería de propuestas más extensa. Pero el regidor insistió a lo largo de sus 50 minutos frente al atril de cristal en que la Granada del futuro tiene tres patas: ciencia, cultura y turismo (de calidad). Insistió en ello hasta el punto de pronunciar la palabra 'ciencia' en 17 ocasiones, 'turismo' en 11 y 'cultura' en otras tantas. También se convirtió en mantra el «Granada es otra ciudad», tras empezar el pleno extraordinario con una referencia al hecho que motivó la llegada del PSOE al gobierno municipal: «La irrupción de la corrupción».
En lo relativo a la ciencia, Cuenca se comprometió a impulsar la candidatura de Granada como Ciudad de la Ciencia, con alusiones a iniciativas como la Noche en Blanco o el sello Severo Ochoa que acaba de recibir el Instituto de Astrofísica. No quedó al margen la aspiración al acelerador de partículas. Argumentos que empleó el alcalde para defender que Granada se ha abierto al mundo tras una década de «autarquía de la derecha».
Por lo que respecta a la cultura, anunció que llegará la reclamada ruta lorquiana, que reunirá espacios como la Huerta de San Vicente, la Facultad de Derecho, la taberna del Polinario, la tertulia del Avellano, el Ateneo... Un complemento a la llegada del legado del poeta, entendido como éxito en la bancada socialista y pretexto para la recriminación del resto de los grupos -en mayor o menor medida- por la falta de transparencia en el convenio con la fundación Lorca y Caixabank.
En el apartado de turismo prevalecieron las menciones a la presencia de Granada en ferias internacionales, al repunte de vuelos en el aeropuerto y a la reciente decisión de regular los pisos turísticos.
Los reproches
Aunque Cuenca dijo a los pocos segundos de arrancar que no empaparía de reproches su intervención, lo cierto es que los hubo. A ratos tímidos -mencionó la falta de apoyo para modificar el IBI o sacar adelante presupuestos- y sin ambages en su segunda intervención, más acalorada y sin discurso escrito, tras el carrusel de críticas por parte de los grupos adversarios.
Acusó a Marta Gutiérrez de «estafar a la gente» por dedicar buena parte de sus palabras a la disputa interna de 'Vamos, Granada'. Sobre Manuel Olivares, de Cs, habló de «tacticismo y oportunismo». A la portavoz del PP, Rocío Díaz, le recordó que «la ciudad estaba sumida con la gestión del PP en la bronca, la parálisis y la trampa». A Puentedura (IU) le dijo que queda «atrapado por la cámara». Criticó Cuenca los bloqueos en comisiones y grupos de trabajo, la dificultad para sacar adelante iniciativas sin la colaboración del resto de los grupos: «Echen una mano, joder, echen una mano».
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