La jirafa del Realejo vuelve a su esquina

Es el propio vecino quien ha corroborado que Raúl, el autor del grafiti, ha vuelto a dar vida al animal en la madrugada de este lunes. Este mural del artista granadino quedó tapado el pasado jueves por una capa de pintura amarilla en el transcurso de unas obras para eliminar humedades. El dueño de esta casa que sigue en obras se ha mostrado en la mañana de este lunes sorprendido por la reacción de los vecinos. La palabra "símbolo" era la más utilizada el viernes entre quienes se lamentaban por la eliminación del animal, muchos de ellos niños que lo contemplaban en su tránsito hacia el colegio Santo Domingo.

El Niño de las Pinturas recibió a través de las redes sociales el apoyo de numerosos colectivos y particulares que pedían la vuelta del artiodáctilo. Varios miembros del Coro de la Orquesta Ciudad de Granada se congregaron en la noche del jueves en una suerte de 'homenaje' en el que interpretaron el Lacrimosa del Réquiem de Mozart. El propio Raúl fue el encargado de grabar un vídeo que se hizo viral por Facebook y Twitter. Cuatro velas y una flor permanecían allí en la tarde del viernes como testigos de este gesto.

Pese a que el animal -definido por uno de los vecinos de la zona, Ángel, como "una especie de reflexión sobre cómo algo tan feo como un cuadro de cables puede tener un sentido artístico", ha reaparecido- es probable que en los próximos días se enfrente a una nueva modificación. Tal y como han explicado este lunes el propietario y los operarios de la reforma, está previsto que los cables que dan forma a la cola y cuello del animal sean retirados por parte de la compañía eléctrica. Desconocen si también eliminarán el cuadro de luces que complementa a la pintura como cabeza.

Desde un primer momento, Raúl y el dueño de la vivienda acordaron que el artista estaba autorizado a devolver a la jirafa a su pared. Sin embargo, El Niño de las Pinturas dejó caer un mensaje enigmático a través de las redes sociales: "Volvería si por los dueños del inmueble fuese. Una ley BIC de congelación de espacios públicos impide un permiso por parte del Ayuntamiento. Por tanto, la jirafa volverá como llegó...".

En 2010, el consistorio ya censuró un mural confeccionado por Raúl en un lugar cercano, en la calle Vistilla de Los Ángeles. Según el artista, este contaba con autorización del propietario. Sin embargo, no disponía de la venia del consistorio, necesaria al considerar los técnicos que se trataba de "inconveniente o lesiva para la imagen del conjunto histórico".

Con nocturnidad, esta imagen que sirve "para dar utilidad artística a un amasijo de cables", como describen los más habituados a su contorno, ha vuelto a ilustrar su esquina del Realejo. Tras 14 años en pie, la eliminación de la jirafa ha quedado en una falsa alarma que apenas se ha prolongado durante cuatro días.