Arabial y Palencia piden turno para recuperar su imagen tras las obras del metro
El deterioro de este eje, que según la Junta se reformará «una vez concluyan las obras en toda su extensión», contrasta con la recuperación de Camino de Ronda
javier morales
Lunes, 28 de diciembre 2015, 00:42
Sus recorridos transcurren paralelos, apenas separados por cien metros. También a la par se adaptaron hace siete años para distribuir el tráfico al inicio de ... las obras del metro en la zona. Pero, desde hace meses, la similitud se ciñe a sus trayectorias físicas. Mientras el bullicio ha retornado a las aceras de Camino de Ronda, Arabial y Palencia se impacientan por una remodelación que se hace de rogar. Baches, aceras recortadas, losas levantadas o líneas imperceptibles forman parte de la estampa.
Una adenda al convenio de colaboración entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada sellada en octubre de 2014 remitió a la administración autonómica el compromiso de urbanizar el eje entre las calles Palencia y Arabial, una vez concluidas las obras del metro. Este radio, de 3,5 kilómetros, absorbió el tráfico para dar vía libre a los trabajos en Camino de Ronda y Avenida de América, para lo cual se hizo necesario recortar algunos segmentos de acera, eliminar aparcamientos y colocar una mediana provisional, todo ello unido a cambios del sentido de circulación en varias calles contiguas.
Sin embargo, concluidas las labores de readecuación sobre el recorrido subterráneo del metro, estas vías siguen a la espera de su turno. En marzo, el Ayuntamiento dio un paso al frente con la entrega a Metropolitano de Granada de un proyecto de actuación elaborado por técnicos municipales. El fin de esta iniciativa, según describió el alcalde, José Torres Hurtado, era agilizar las obras y ahorrar costes. Fuentes del consistorio han explicado a IDEAL que no recibieron ninguna respuesta. A finales de abril, la Junta movió ficha con la vuelta de los aparcamientos y la retirada de señalización y elementos de obra, pero advirtió de que la recuperación completa de la normalidad llegaría «una vez concluyan las obras del metro en toda su extensión».
Comerciantes y residentes apremian «a Junta o a Ayuntamiento, a quien corresponda» para poner fin a un problema que va más allá de la estética. Así lo entienden Manuel Álvarez y María López, que conversan sobre el tema en 'La boutique del Congelado'. María es la propietaria actual del local, situado en la calle Palencia, que desde el año 78 alojó un bar y en el 93 se convirtió en tienda de alimentación, ambos negocios en manos de la misma familia. «A nosotros nos quita mucho«, asegura, «y esto nos tiene que dar de comer».
María hace referencia a los aparcamientos y la zona azul: «Antes había más plazas, ahora la gente no se atreve a venir, porque no puede dejar el coche». En una calle plagada de pequeños comercios tradicionales, Manuel hace hincapié en el efecto negativo que las obras del metro han provocado sobre las ventas.
Propone una solución. «No hay tanta circulación como para que haya doble carril por cada sentido», detalla, mientras invita a los presentes a comprobarlo, «se podría aprovechar uno de los carriles para poner aparcamientos». En efecto, en una hora de plena actividad, cerca de las once de la mañana de un lunes, apenas media docena de coches circulaban por la calle, mientras que faltaban dedos para contar los estacionados en doble fila. María y Manuel echan la vista atrás y sugieren una vuelta a los aparcamientos en línea previos a las modificaciones.
Estefanía Rodríguez regenta una tienda de zapatos, 'Calzados Royal', con 44 años de actividad en la calle Palencia. «Por la puerta del local pasaba una acequia», bromea. En comparación con la época de máxima intensidad de las obras, no ve la calle tan mal. No obstante, percibe que a su tienda «no acude tanta gente» como años atrás. Argumenta que esto también se debe a que circulan menos autobuses por esta 'arteria'.
Mientras el comercio vuelve a poblar los bajos de Camino de Ronda, en Arabial se cuenta por más de una veintena el número de locales con la persiana bajada, sin tener en cuenta los puestos vacíos del centro comercial Neptuno (http://www.ideal.es/granada/al-dia/201510/23/centro-comercial-coma-20151021160124.html). «Esto está fatal», señala Inocencio Hernández mientras pasea a su perro, «como hay un parking del Ayuntamiento, no les conviene que haya aparcamientos». Javier Lamenca es el dueño de la farmacia 'Las Flores', frente al Neptuno. También detecta menos movimiento, «quizás por la crisis». En cualquier caso, lo tiene claro: «Ahora mismo es mejor ir por Camino de Ronda».
Obstáculos para vehículos y peatones
A lo largo de todo el recorrido se aprecian los daños. El tramo de Arabial entre Méndez Núñez y Jardín de la Reina, así como el trecho de calle Palencia entre Avenida de Dílar y Andrés Segovia son los más deteriorados.
En el asfalto permanecen los bordes de lo que otrora fueron aceras, con sus alcantarillas incluidas, y se combinan con los baches fruto del ir y venir de maquinaria pesada durante siete años. Perdura la señalización amarilla, que advierte de unas obras que ya son pasado, al tiempo que hay metros en los que el negro del alquitrán se funde con las líneas, que se hacen invisibles. A principios de mes, operarios municipales coloreaban de pintura negra las indicaciones obsoletas de la calle Séneca, aledaña de Arabial, y se afanaban en blanquear el paso de peatones del cruce entre esta y la calle Dr. Buenaventura Carreras.
En los márgenes de la calzada, las aceras presentan un aspecto antagónico al de Camino de Ronda. Los socavones conviven con las losas levantadas, en especial aquellas que circundan los árboles. El cemento que sirvió para parchear daños se ha desprendido y los contenedores dificultan el tránsito en los puntos más angostos. A esto se suma, según los vecinos, la falta de luz cuando cae la noche, debido a que algunas farolas «han dejado de funcionar».
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