Las aguas más exclusivas de Nueva York manan de Granada
El granadino Jorge Martínez, instalado en Estados Unidos desde hace seis años, dirige un spa de lujo al que acuden estrellas del cine y deportistas como Nadal
Javier Morales
Nueva York (EE UU)
Lunes, 4 de noviembre 2019, 00:17
Las bombillas que centellean en los escaparates de Manhattan, un tráfico asfixiante, peatones que vuelan sobre las aceras con sus auriculares y un vaso de ... café, el cielo cerrado por los rascacielos... Nueva York late a ritmo de taquicardia y contra ella crece toda una industria del relax. En 2012 abrió la sede de Aire Ancient Baths, un centro de relajación de lujo que es meca del descanso para actores de Hollywood, deportistas internacionales de élite o cantantes multimillonarios. Lo dirige un granadino, Jorge Martínez, que suma seis años en Estados Unidos.
Ofrecen tratamientos exclusivos y un circuito de baños inspirado en diferentes culturas, pero lo que más valoran los clientes de la alta sociedad estadounidense es la privacidad. «Tenemos una clientela muy variada», relata Martínez en la singular recepción del edificio. La diseñadora Donna Karan fue la última visitante 'de postín' antes de la visita de instituciones y empresarios granadinos al spa neoyorkino, durante la misión de la Cámara de Comercio en Estados Unidos de hace unas semanas. En otras ocasiones han pasado por allí Rafa Nadal, el actor Laurence Fishburne, modelos de Victoria's Secret o los dos 'Justin' de la música –Bieber y Timberlake–. El ladrillo visto es la prueba de que el singular centro en dos alturas era una fábrica textil construida en 1992. «
«Queremos romper con el estrés, el bullicio y las prisas para todo», cuenta Jorge. Él llegó a la ciudad de los rascacielos a la búsqueda de trabajo, se casó con una mujer americana y empezó su vida en América. En la sede de Aire en Nueva York empezó a trabajar como jefe del departamento de limpieza y asistente del director, pero hace tres años lo promocionaron al puesto de responsable del centro.
Las sedes centrales del grupo Aire se mantienen en Barcelona yGranada. A los pies de la Alhambra, por el momento, no hay baños. La empresa tiene presencia en Sevilla –primer centro que abrió y dio nombre a los baños–, Almería, Barcelona, Chicago, Nueva York... Y en los próximos meses levantarán la persiana en Copenhague, Londres y el Upper East de Nueva York.
Aterrizaje complicado
«Mi aterrizaje enNueva York fue complicado. Estás acostumbrado a una ciudad pequeña en la que todo es más cercano y la gente se conoce, pero aquí hay de todo», narra Jorge Martínez. El ambiente, asegura, «no es tan amigable y abierto como el granadino».
Luego está el problema de las distancias. De Maracena a Huétor Vega, Granada 'mide' seis kilómetros y medio en línea recta. Sólo la isla de Manhattan se extiende por encima de los 15 kilómetros de punta a punta; el Central Park alcanza cuatro kilómetros de largo. Ir de un lugar a otro de la ciudad es una odisea:«Aquí el trayecto más corto es de 30 o 40 minutos». El bullicio lleva a un nivel de vida «muchísimo peor, la calidad de vida que se tiene en Granada no se tiene aquí», añade. Así que los bolsillos más afortunados están dispuestos a pagar por un respiro.
Por ejemplo: 1.149 dólares (1.049 euros) por sumergirte con tu pareja durante media hora en agua con vino Ribera delDuero. Incluye masaje craneofacial y otro con una especie de aceite de uva. Por supuesto, también unas copas de vino. El circuito más sencillo por piscinas a distintas temperaturas tiene un precio de 103 dólares por persona.
Las pulsaciones bajan nada más cruzar la puerta de entrada del vestuario. Luego, en el spa, cientos de velas guían al visitante por una estancia casi a oscuras, en la que no sería posible identificar a un bañista de un extremo a otro. Las aguas de este balneario en la que fue 'capital' del mundo tienen algo de granadino.
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