Ataques en Granada

Las agresiones a sanitarios crecen un 28% en Granada en el último año

Distintas organizaciones llevan tiempo mostrando su «preocupación» ante este aumento de la agresividad por parte de los pacientes que requieren ser atendidos en la sanidad pública. La última en hacerse eco de esta problemática ha sido CSIF Granada. Tras hacerse públicos los datos oficiales, esta asociación multiprofesional ha elaborado un informe que revela que las agresiones a sanitarios en la provincia son una «tendencia en escalada».

Este ritmo ascendente empezó a acelerarse tras el estallido de la pandemia. En el año 2019, los sanitarios granadinos fueron víctimas de 79 agresiones físicas y verbales, cifra que en 2020 superó el centenar, situándose en 114. Los años siguientes fueron en esta misma línea. En 2021, el número de casos registrado en los centros de salud y hospitales de Granada fue 124. Los sindicatos advirtieron entonces de este aumento drástico de las agresiones a sanitarios en Granada, pero nada ha evitado que los profesionales tengan que seguir afrontando diariamente actitudes agresivas en su lugar de trabajo.

De hecho, un año después, en 2022, las denuncias presentadas por agresiones a sanitarios en el territorio granadino volvieron a crecer;se notificaron 138. Un dato más que demuestra que los episodios de violencia no han parado de crecer entre estos profesionales hasta producirse el pasado año 2023 un total de 177 casos en Granada.

Ante este auge de la violencia, los sindicatos granadinos reclaman que se establezcan más medidas para reforzar la vigilancia y que los profesionales puedan realizar su trabajo «con seguridad». La mayoría de las agresiones se producen en la atención primaria, que acapara más de la mitad del total –es decir, el 54,09%–, ha subrayado la responsable de Sanidad de CSIF Granada, Matilde Núñez. Asimismo, el 33,44% tiene lugar en las consultas médicas; el 21,05%, en la zona de admisión, y el 16,13%, en los servicios de urgencias.

Estos episodios se originan, principalmente, por demandas por parte del usuario de un tratamiento distinto al prescrito, una prestación o mediación para un familiar y atención sin cita previa o fuera de la cita. Partiendo de esta base, «hay muchas formas de manifestar el desacuerdo ante los retrasos en las citas y listas de espera que arrastra la sanidad pública por la sobrecarga asistencial, pero nunca la solución es agredir a quienes nos cuidan», ha insitido Núñez.

Respecto a los profesionales agredidos en 2023 en Granada, el 80,56% era personal sanitario y el 19,43%, personal de gestión y servicios. No obstante, hay que tener en cuenta que también «hay otros episodios violentos que suceden de forma verbal todos los días, como injustificadas faltas de respeto, malos modos e insultos, que no se comunican al centro y, por lo tanto, no aparecen reflejados en las estadísticas que facilita la administración».

En cualquier caso, desde este sindicato consideran que la «falta de personal» es lo que provoca, en muchos casos, situaciones de desesperación de los usuarios y familiares que acaban desembocando en agresiones hacia el personal administrativo, celadores, auxiliares, enfermeros y facultativos, entre otros. Por ello, CSIF Granada ve necesario un refuerzo «urgente» de la vigilancia en los centros sanitarios y de las plantillas en todas las categorías profesionales del SAS en Granada. «Cuantos más recursos humanos haya, mejor será la atención que se prestará a la ciudadanía y menor la posibilidad de que haya conflictos».