Adiós a la entrañable cafetería de Granada 5 estrellas en Tripadvisor
El establecimiento conocido como 'Toma Té Pan' se traspasa y sus propietarios se despiden emocionados de sus clientes y del local que ha visto crecer a sus tres hijos
En esta vida nada es para siempre, ni mucho menos. Ni siquiera las deliciosas tartas de Eva que han endulzado los paladares de los granadinos ... durante la última década. De granadinos de pura cepa y de granadinos de adopción que, como ella, llegan a la capital en busca de un lugar en el que echar raíces. La cafetería 'Toma Té Pan', la del todo 5 estrellas en TripAdvisor, se traspasa tras ocho años sirviendo los desayunos y las meriendas de medio (o quizá entero) Camino de Ronda. Sus propietarios se despiden emocionados de los clientes que han convertido su pequeño local en toda una gran familia.
El pasado miércoles 'Toma Té Pan' dejó en shock a todos aquellos que la veneraban. «Se traspasa. Ha sido una decisión muy, muy, muy meditada y nos duele en el alma, pero creemos que es lo mejor para nosotros y nuestra familia. Ha llegado la hora de coger otro rumbo», publicó en su cuenta oficial de Instagram la cafetería de Eva Chamorro y Horacio Ontiveros. Los dueños del negocio han decidido dejar a un lado el establecimiento situado en Camino de Ronda 43 para centrarse en lo que más quieren: sus tres hijos.
«Estamos encantados con 'Toma Té Pan. Funciona genial y nos ha brindado grandes momentos, pero sentimos que le estamos quitando vida a nuestros niños. Pasamos muchas horas aquí y conciliar el trabajo con ser padres resulta complicado. A veces nos preguntan que por qué tenemos que trabajar tanto. Queremos otra vida», confiesa Eva a IDEAL sentada en una mesa de su local.
Es un día cualquiera de entresemana y Horacio no para de dar viajes bandeja en mano. Las tartas de su esposa, ya sean de zanahoria, manzana, chocolate…, vuelan desde la vitrina mientras su hija Elsa se entretiene en la barra. También saluda a los comensales o distrae a su hermana, que esparrama sus libros y libretas del cole en otra tarde de deberes con olor a café. «Mi hijo mayor ya tiene dieciséis años y es más independiente. Sale con algún amigo de vez en cuando, pero las pequeñas se quedan en la cafetería. Tenemos mucho trabajo, ya que además de ocuparnos del local, también tenemos que preparar las tartas. Son completamente caseras, lo que supone un esfuerzo extra que nos quita más horas. Nos da pena dejarlo, pero después de ocho años, es el momento», revela.
Eva se emociona con tan solo echar la vista atrás. Ha visto crecer a sus hijos entre las paredes de su establecimiento. También a los de sus clientes, que han pasado a formar parte de la historia de 'Toma Té Pan' desde el otro lado de la barra. «Estoy recibiendo muchos mensajes de despedida estos días. La gente le tiene mucho aprecio al negocio. Una chica nos envió un audio llorando cuando se enteró de nuestra salida. No tenemos palabras de agradecimiento suficientes para todos ellos. Estos ocho años han sido tan buenos por nuestra clientela, que han pasado a ser ya de nuestra familia», relata la repostera.
Un sitio especial
Esa chica se llama María. Se sienta sobre un extremo del sofá ubicado junto al ventanal que da a la calle. Acompañada de su hijo, aguarda la llegada de Horacio para pedir algo de merendar. A pocos metros, concretamente en la zona de juegos, se encuentran su marido Álex y su hija, que apenas habrá empezado a andar hace unas semanas y no para de corretear por la cafetería. «No somos de Granada, pero conocimos el 'Toma Té Pan' hace años cuando éramos novios. Ahora venimos con nuestros niños. Es un lugar muy característico y especial. No hay muchas cafeterías con unos dulces tan buenos. Y, sobre todo, caseros. Nos ha dado mucha pena su marcha, pero seguiremos viniendo hasta el último día», cuentan.
No hay fecha exacta para que Horacio y Eva dejen de mano sus cafés, sus tostadas o sus deliciosas tartas. Según afirman los hosteleros, todo dependerá de si algún interesado se presenta allí para quedarse con el negocio. «Como mucho, continuaremos abiertos hasta marzo. Así aprovecharemos para daros las gracias a todos los amigos que nos habéis dado tanto. Gracias por estos ocho años. Os llevamos en el corazón», termina Eva entre lágrimas. Las de medio (o quizá todo) Camino de Ronda, que queda sin rumbo a la hora de la merienda.
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