Adiós al jamonero de Europa
Fallece José Mariscal Díaz, impulsor y alma máter de la centenaria empresa familiar Jamones Mariscal
El sector alimentario de la provincia de Granada está de luto tras el fallecimiento del empresario José Mariscal Díaz, impulsor de una de las sagas ... familiares más reconocidas bajo la marca de Jamones Mariscal y, hoy día, de Mariscal Delicatessen. José Mariscal falleció ayer en su domicilio de Cájar, donde residía, a las 84 años de edad. Hijo de Salvador y Encarnación, y padre de Pepe, Rosa, Delia y Fernando, Mariscal continuó el negocio familiar que iniciaron sus primogénitos en el Barrio de Monachil en 1912 y lo transformó con el tiempo en una de las industrias alimentarias más relevantes de la provincia de Granada. No en vano, fue la primera empresa local del ramo que logró la homologación por la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) en 1991.
Desde sus instalaciones en el Barrio de Monachil, Mariscal se convirtió en una de las compañías jamoneras granadinas más importantes, siempre con la misma filosofía de cuidar a su cliente y ser respetuosa con su entorno, máximas que impregnó a su proyecto y que la siguiente generación, la tercera ya de la saga familia, ha interiorizado. José Mariscal y su familia supieron mantener los pies en el suelo. Contaba él que esa forma de manejar la aventura empresarial la aprendió un día que, siendo aún niño, observó un gran despliegue de personas alrededor de su casa. Venían del juzgado para embargar a sus padres por una letra de 75.000 pesetas de entonces. Ver a su padre apesadumbrado y su madre entre lágrimas por aquel problema le marcó y, por ello, siempre que se metió en una empresa, se pensó muy bien lo que hacía.
Aún así, fue capaz de sacar adelante aquella pequeña empresa familiar que se inició por el éxito que tenían las morcillas de su madre entre los vecinos, según decía. Con el tiempo, el propio José tomó el mando de Jamones Mariscal, una empresa que terminó por exportar jamones a Europa. Consiguió que su producto se vendiese en tiendas delicatessen de Alemania, Bélgica o Francia.
Pero no solo el jamón ha hecho famoso a Mariscal en Granada. Sus embutidos, entre ellos el queso de cerdo, son muy reconocidos entre los granadinos, sobre todo en las tiendas delicatassen que se reparten por la capital (cuatro en total), hoy transformadas en un concepto moderno que engloba la venta de productos de elaboración propia, carnes, quesos, frutas y verduras, salazones, otros productos gourmet, y que incluye también el servicio de restauración como cafetería-restaurante, la organización de catas y el corte de jamón en eventos.
Uno de los productos que también ha hecho muy conocida a la marca Mariscal es la carne de los toros lidiados en la Feria del Corpus de Granada que vende desde no se recuerda ya cuándo. Es una tradición que le ha ligado mucho a la fiesta. Aficionado taurino, quienes han pasado tiempo en la Monumental de Frascuelo en las últimas décadas viendo corridas le recuerdan sentado en su sitio de la barrera 7. Otra costumbre ya desaparecida y que se mantuvo antaño en la feria granadina fue la entrega de un jamón Mariscal a los diestros que triunfaban en el Corpus.
Fue también aficionado al fútbol. Incluso después de jubilarse, hace ya casi veinte años, José Mariscal siguió practicando su deporte favorito con los amigos en una peña que se reunía en el Llano de la Perdiz todas las semanas. Llegó a jugar hasta los 70 años, recordaba.
El fútbol y los Escolapios
El fútbol le deparó una de las amistades más longevas de su vida, que procedía de su etapa de estudiante adolescente en Los Escolapios, en cuyo equipo también practicó el deporte del balón. Su gran amigo jugaba para los Maristas, colegio con el que mantenían una gran rivalidad. A pesar de todo, los numerosos enfrentamientos que mantuvieron hicieron que Mariscal entablase amistad con un jugador del equipo rival, quien se convertiría desde entonces en su mejor amigo. Lo narraba en una entrevista con IDEAL hace diez años, aunque no llegó a desvelar el nombre de aquel gran amigo.
Fuera de la actividad propia empresarial de Jamones Mariscal, José Mariscal fue también consejero y presidente del consejo rector de la sociedad cooperativa Caxar Residencial de Iniciativa Social, proyecto que gestiona una residencia de mayores y un centro de día en la localidad en la que residía, Cájar.
Hombre leal, siempre ha esperado de sus empleados esa misma lealtad y casi siempre lo ha conseguido. A sus 84 años, José Mariscal, viudo de María Luisa Andrés Medina, se ha marchado con el sello de padre y abuelo querido y de respetable hombre de negocios que supo mantener viva la llama de aquel primer secadero de jamones que su familia montó en 1889. Son 130 años de historia de una saga familiar al pie de Sierra Nevada que pierde al hombre que fue capaz de pasear su apellido por media Europa.
Descanse en paz, José Mariscal.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión