Acusan a una mujer de Granada de improvisar una bomba para acabar con su vida y la de su hija

Para la fiscalía, que de forma provisional reclama 17 años de cárcel para la procesada, esta quiso quitarse la vida, pero también matar a su hija. Además, el método que utilizó supuso un riesgo para el resto del vecindario.

En este sentido, imputa a la mujer la supuesta comisión de un delito de tentativa de homicidio «en concurso ideal» con otro de incendio y un tercero de daños, ambos «con grave peligro para la integridad de las personas».

Antes de llevar a cabo su plan, según detalla el ministerio público en su escrito de acusación, la procesada redactó dos cartas «de su puño y letra» y las remitió a sendos cuarteles de la Guardia Civil de la provincia. «En dichas epístolas explicaba las razones y motivos en los que se basaba y 'justificaba' su conducta (problemas personales de diversa índole...), llegando incluso a concretar y solicitar la forma lugar y modo en el que deseaba se les diera sepultura a ella y a su hija», refiere la fiscalía.

El pasado 13 de agosto de 2021, alrededor de las dos madrugada, fue la fecha que eligió para materializar sus intenciones. «La acusada, actuando movida por un claro propósito de poner fin a su vida, así como a la vida de su hija, y siendo (...) conocedora del riesgo que con su conducta generaba, se hizo con dos bombonas de butano (...), colocando una en el dormitorio y la otra en el salón», describe el fiscal.

Acto seguido, y siempre presuntamente, abrió las «espitas» y cortó las gomas de los recipientes para que el gas se expandiera por la casa. Luego encendió una llama, «provocando y generando (...) una explosión por combustión, así como un incendio». El resultado fue que se derrumbó una pared y una de las estancias afectadas quedó calcinada en parte.

De inmediato, acudieron al lugar de los hechos los Bomberos de Granada y agentes de la Guardia Civil, que detuvieron a la sospechosa.

Pocos después, la mujer entró en prisión y llegó a solicitar a la Audiencia Provincial que la dejase en libertad, pero el tribunal se la denegó precisamente para protegerla de sí misma.

El informe elaborado por los artificieros de la Benemérita destacó que el estallido fue premeditado. Los especialistas recalcaron al respecto que la supuesta autora había cerrado las puertas y ventanas de las habitaciones en las que estaban las bombonas, «lo que indica la intención clara (...) de que (...) se produjera una mezcla de gas/aire que originase una explosión por los efectos del incendio».

Todo ello supuso un «peligro grave» para los habitantes de las casas vecinas.