«Me acogí con anhelo a una ley que yo misma voté»
La exdiputada socialista María Izquierdo recuerda los debates y la oposición rabiosa que generó la puesta en marcha de la medida
María Izquierdo Rojo (1946), fue diputada por Granada en el Congreso en los primeros compases de la democracia, entre la primera y la tercera legislatura. ... La socialista, afincada en la ciudad de la Alhambra desde 1973 articuló la conquista de las primeras libertades y derechos de los españoles, entre ellos el divorcio.
Con su voto y el de sus compañeros de bancada se aprobó el 22 de junio de 1981 la primera ley del Divorcio, a la que ella se acogió con anhelo. «Fue uno de los primeros pasos fundamentales a la hora de encarar la vida con libertad en España. En las relaciones humanas y el amor, el divorcio es muy importante. Algunos sectores de nuestra sociedad tenía muchos prejuicios en esto, como en tantas otras cosas. Había existido ya durante la Segunda República, pero con la dictadura franquista pues se anularon todas aquellas libertades», recuerda.
«Yo me acogí también en mi vida privada con anhelo cuando era muy jovencita y me ayudó a encarar la vida con una perspectiva diferente. Ahora lo veo con una experiencia muy amplia y puedo decir que el divorcio es muy eficaz», insiste.
Amplios recuerdos
«En las cuestiones de las relaciones matrimoniales como en tantas otras cosas y en las relaciones del amor es muy frecuente que los sentimientos cambien, se produzcan contratiempos y también pasa que hay formas de violencia como la como la violencia de género que sufrimos tantísimas mujeres y el divorcio fue un gran paso», valora.
La exdiputada y profesora recuerda la oposición exacerbada y rabiosa que generó la medida. «Pasado el tiempo también hemos visto como la Derecha que tanto se opuso al divorcio y tantas cosas dijo sobre los desastres que iba a suponer esto para el porvenir de España, con la influencia de la Iglesia Católica, ha acabado aceptándose y acogiéndose a esta medida. Difundían una visión catastrófica de que se iba a acabar con todo», añade.
Izquierdo recuerda con mimo aquellos años de lucha que sirvieron de base para lo que hoy son los españoles. «Los primeros objetivos por los que yo me movilicé eran la amnistía y la libertad. Hicimos toda la campaña con ese anhelo y con esa esperanza.
Había muchísimo miedo en Granada porque la represión había sido fortísima. El camino que hemos emprendido, los avances han sido tan enormes. Es muy difícil pasar de una dictadura a una democracia sin violencia y esto lo conseguimos hacer nosotros.
No se puede entender tanta polarización. No hemos aprendido que la clave del progreso es conseguir amplios acuerdos y ya está», sentencia una mente preclara.
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